Vuelve el verano
josé cercas
Jueves, 8 de julio 2021, 10:00
Vuelve el verano y, otra vez, bajo los viejos rayos de julio, la sonrisa de los niños, la algarabía de su griterío por las calles, ese correr de arriba abajo y la sonora expedición de los pájaros. Los jóvenes, como es tradicional, rompen con todo y van de aquí para allá buscando tesoros escondidos en la suave limitación del tiempo.
A mí casa, desde el bar 16 de julio, llega el aroma inconfundible del cochinillo asado. Vivo bastante cerca del bar como para que llegue ese aroma veraniego. Rosi los prepara con devoción, con mesura, e incluso, ¿por qué no decirlo?, con la profesionalidad que nos da los años de experiencia.
Ellos expectantes saben que en este pueblo se preparan, posiblemente, los mejores cochinillos de Extremadura y les queda todo el verano para demostrarlo. Preparados, listos, ¡comenzamos!
A mi Pueblo
Mi pueblo es la historia anclada en la tierra,
el silencio que rinde sus letras en las calles del viento,
la infinita dehesa donde se cobija
el molino cubierto de agua y musgo
y su puente labrado en el eterno granito.
Mi pueblo son los hierros
que, de óxido, lamen las ventanas,
un racimo de geranios que cuelgan
de los balcones rotos expuestos al aire,
la lagartija errante que trepa por las encaladas tapias
y el agua que mana en los gélidos arroyuelos
buscando su ocaso frente a los adarves.
Mi pueblo es el calor de la siesta
o el frío de tiempos pasados,
las cartas que no se escriben,
pero se cantan en tardes de baraja.
Mi pueblo son sus gentes,
hombres y mujeres que labraron el surco,
aquellos que partieron en pos de un sueño
y los que dejaron los vientos y las flores
para abrazar la tierra y sus orígenes
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