La usuaria del centro trujillano de Aspace Cáceres, Sara Rentero, ha hecho un poco de todo. Ha ayudado a lavar las cabezas, a los tratamientos, así como a cepillar y secar. También era la encargada de recibir a la clientela, con su amabilidad y sonrisa, entre otras tareas. «Estamos muy contentas con esta iniciativa», señala la gerente de la peluquería 'MJL Estilistas', María José López.
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Sara es una de las cuatro personas del centro trujillano que han llevado a cabo prácticas laborales no remuneradas, en los últimos meses, en varias empresas de la localidad, con buenos resultados. Una vez pasado el periodo vacacional de Semana Santa, se sumará una nueva. «Yo repetiría, porque ha sido una muy buena experiencia, la vamos a echar de menos», remarca López. Sara ha estado desempeñando esas funciones durante un mes y medio, los lunes y miércoles.
Esta apuesta está englobada dentro del área de inserción sociolaboral del servicio de Centro Ocupacional de Aspace Cáceres. «Estamos muy satisfechos de cómo se ha desarrollado. No solo se trabajan las tareas en sí de cada puesto, sino también la autonomía y las habilidades sociales», explica la coordinadora, Raquel Bote. Asimismo, resalta que se hace una labor de sensibilización.
Bote recuerda que este proyecto se inicia con las personas que están interesadas en formar parte de esta área de inserción laboral y siempre manteniendo el contacto con las familias. A partir de ahí, se realiza una entrevista para analizar el perfil profesional y la empleabilidad de cada persona. Igualmente, se trabajan los intereses profesionales y se estudian los trabajos a los que puede acceder ese usuario o usuaria, mediante diferentes metodologías, como el apoyo personalizado.
Una vez realizado esa labor, se ha hecho una prospección de empresas para identificar cuáles pueden ser las más indicadas para llevar a cabo una colaboración y firmar un acuerdo. Bote también destaca que los usuarios participantes en este proyecto han recibido una formación teórico-práctica dentro de centro de día con los terapeutas ocupacionales, para continuar con la parte práctica en las empresas. Insiste en que han sido prácticas no remuneradas.
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Además de Sara, otra compañera ha realizado esas prácticas en el Hotel El Baciyelmo, en funciones de camarera de piso, así como otras dos personas en Supermercados Extremadura, como reponedores. Además, hay una nueva persona usuaria que comenzará a hacer esas prácticas en la cafetería El Anticuario.
Bote considera que las empresas están contentas con el trabajo realizado. No tiene dudas de que se muestran las capacidades de cada usuario gracias a este tipo de proyectos. «Con los apoyos necesarios son capaces de desenvolverse en las tareas laborales como cualquier otra persona. Al final, se trata de hacer los ajustes precisos», remarca.
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La idea ahora es seguir buscando empresas para continuar con los convenios de colaboración y ampliar este tipo de prácticas no remuneradas. En este proceso, Aspace Cáceres también cuenta con la colaboración de la asociación empresarial Asemtru, añaden fuentes de la entidad.
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