

Olegario gonzález prado
Domingo, 29 de noviembre 2020, 09:05
Solo en mi alcoba las palabras
se me iban escapando,
de mi cerebro injustamente
maltratado
después de un tiempo absurdamente
confinado
al tiempo que se iba
acostumbrando
a que nadie le estuviese
preguntando.
Pues al silencio reflexivo
ya estaba acostumbrado,
mientras ante mi espejo
seguía dialogando
respondiéndome a mí mismo
cabreado.
E interpretando en mi escenario
improvisado,
cual payaso discrepando
en mil razones
con las que intentan doblegar
mis convicciones.
Pero al contario, hacen sentirme
un buen soldado
pues según mis gestos, aun no
me siento derrotado,
ni convencido por retoricas
opiniones.
Mas no puedo evitar sentirme
avergonzado
como persona impotente
y ajeno a humillaciones.
Pero no es fácil conversar
consigo mismo,
cuando tus propias preguntas
se revelan
a lo que ellas mismas preguntarían
si pudieran.
¿Estaremos condenados
a un final sin optimismo?
¿O estaremos sucumbiendo
a nuestro propio conformismo?
¿Qué dirían tantas preguntas
si supieran...?
¡Que no es cuestión de optimismo
o pesimismo!
¡Sino el no poder volver atrás,
aunque quisieran!
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.