La situación sanitaria hace que la ciudad se quede sin fiestas patronales

Aunque era un secreto a voces, al final, ayer, en rueda de prensa, lo confirmó el concejal de Cultura y Festejos, Enrique Borrega, tras la reunión que mantuvo con el presidente de la Hermandad Virgen de la Victoria, Javier Diz. El Ayuntamiento suspende todos los actos que se iban a celebrar con motivo de las fiestas patronales ante la crisis sanitaria y a los rebrotes que están surgiendo cada día. Por tanto, los últimos días de agosto y las primeras semanas de septiembre no se contará ni con el Festival de música, danza y teatro, con sus conciertos; ni con actividades infantiles, ni deportivas, ni verbenas, ni festejos taurinos.

Borrega considera que, «a día de hoy» y ante la situación que se está viviendo, lo más sensato es no llevar a cabo ninguna actividad. Ya el alcalde, hace unos días, avanzó que cabía la posibilidad de realizar alguna propuesta para los más pequeños. Sin embargo, Borrega confirma que se ha decidido que, por ahora, no se haga ninguna iniciativa infantil. No obstante, sostiene que se tiene una puerta abierta según evolucione la pandemia.

Aunque no ha querido hablar de los actos religiosos, competencia de la Hermandad Virgen de la Victoria, sí detalló que desde el Ayuntamiento hay que garantizar que se respete la normativa relacionada con el coronavirus. En este sentido, señala que no se podrá realizar el traslado procesional de bajada a la patrona del castillo a la iglesia de San Martín, en la plaza Mayor, que sería el 27 de agosto, ni su posterior subida, prevista para el 6 de septiembre, tras la misa mayor. El concejal también afirmó que la apuesta del Ayuntamiento es que el canto del himno Salve, que reúne cada año a miles de personas en la plaza, este año «desde la responsabilidad, cada uno la cante desde su casa».

El presidente de la Hermandad, Javier Diz, apunta que se tendrán en cuenta las recomendaciones del Ayuntamiento. A partir de ahí, los directivos de la entidad tendrán una reunión en los próximos días para tomar una decisión sobre los diferentes actos religiosos.