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«Sencillamente, viven solas»
Reflexiones desde la ventana

«Sencillamente, viven solas»

«Si ahora la enfermedad es física las consecuencias serán psicológicas»

Arturo cercas

Viernes, 24 de abril 2020, 10:51

Se agradecen los días de sol, aunque sea para verlo desde la ventana. Disfrutar de los días de lluvia pensando en lo verde que se pondrá el campo y en si podremos disfrutarlo antes de que se torne amarillo en verano. Llevamos ya unas cuantas semanas de cuarentena y cada uno está buscando los detalles que hagan de este tiempo lo más llevadero posible. Quizás leyendo ese libro que lleva seis meses en la mesilla, quizás aprendiendo a tocar el instrumento que te compraste en un arrebato artístico, otros jugando a videojuegos ahora que convertirse en un profesional da dinero y, como último recurso, hasta puedes dedicarle tiempo a conocer a las personas con las que vives. A mí me ha dado tiempo a reflexionar sobre esas personas que no pueden conocer a las personas con las que viven porque, sencillamente, viven solas.

Si nunca es fácil llegar a cierta edad y estar solo, en cuarentena lo es menos. Ya no vienen sus hijos con el alboroto de los nietos. Ahora cuando baja el sol ya no salen a pasear con sus vecinas. No vienen a tocar a la puerta para preguntar como están. Estas personas son las más vulnerables. Una parte del tiempo lo dedican al televisor, en el que las noticias, cuando no son contradictorias son alarmantes. Y se alarman. La otra parte, a rezar para que las noches al fresco sean una realidad y no solo lo que hicieron el último verano. No saben cuándo por esa puerta, ahora casi siempre cerrada, entrará de alguna forma eso que a tantas personas se lleva por delante.

El virus puede entrar o no, por fortuna, lo más probable es que no. Y si entra, la mortalidad es menor del diez por ciento, por suerte, lo más probable es que se sobreviva a cualquier edad. Lo que con total seguridad habrá en esa casa es un estado de nerviosismo constante, una televisión con noticias actualizada de cada muerto, una realidad política sin soluciones y la imposibilidad de ver a tus seres queridos para que tranquilicen unas manos de años de trabajo.

En Extremadura, con una población muy envejecida, tenemos a un gran número de personas en una situación de alta vulnerabilidad. Una de cada cuatro personas mayores de 65 años vive sola. Nunca veremos en las noticias cuantas personas han desarrollado depresión, ni nos informarán sobre datos de ansiedad generalizada. Estas enfermedades no son contagiosas, ni dan fiebre, pero son reales e invisibles. Si ahora la enfermedad es física las consecuencias serán psicológicas.

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