Una Salve atípica muy repartida, ante la imposibilidad de reunirse en la plaza Mayor

Hoy se pone fin a los actos religiosos de las fiestas paronales, con la misa mayor oficiada por el obispo, José Luis Retana

Domingo, 6 de septiembre 2020, 10:49

Vecinos de la calle Sola se reunieron alrededor de un improvisado altar con la imagen de la Patrona. Ainoa y Kike estuvieron en el parque del castillo, mientras que Paco puso una pantalla de televisión en su establecimiento para que sus clientes pudieran entonar el himno antes de la cena. Otros vecinos prefirieron quedarse en sus hogares delante de la televisión o salieron a las puertas de sus casas. También hubo personas que la escucharon a través de las redes sociales en sus lugares de descanso, aprovechando el largo puente.

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Y es que en una jornada festiva atípica, cientos de trujillanos tuvieron que entonar ese tradicional himno Salve de una forma muy diferente a otros años, ante la imposibilidad de reunirse en la plaza Mayor, como es costumbre, delante de la imagen pétrea de la Patrona, por culpa de la pandemia. «Todo fue sin ser, pero no pudo ser sin sentir», explica María Victoria.

Con ese canto himno se puso fin ayer a los actos religiosos, los únicos que estaban programados. En esta ocasión, debido a la crisis sanitaria, no hubo ni verbena ni chupinazo, ni cientos de jóvenes con sus tradicionales camisetas de las peñas de amigos, inundando las calles.

No obstante, decenas de vecinos no perdieron la oportunidad de disfrutar de la jornada en terrazas de establecimientos públicos de la localidad, sobre todo en la plaza Mayor. Tanto responsables de estos negocios, como algunos clientes insistían en respetar las medidas de seguridad, más aún si cabe, tras las advertencia realizadas ayer por el alcalde ante los últimos casos positivos de coronavirus. De hecho, fue un tema muy comentado.

Besapiés

La Hermandad Virgen de la Victoria fue un año más protagonista del día de ayer. Una de sus principales propuestas fue el besapiés a la Virgen en la iglesia de San Martín, en el que se cambió ese beso por una reverencia. Además, para evitar los cruces de personas, se estableció un itinerario de entrada y salida. El presidente de le entidad, Javier Diz, reconoció que las personas respetaron en todo momento las normas establecidas. Contó con una buena afluencia de público, aunque con menos asistencia que en ediciones anteriores. No faltó la oración de las directivas de las hermandades por la mañana.

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El momento más emotivo llegó con la celebración de la novena de las 20.30 horas, que contó con cerca de 250 personas. Hubo algunos espacios libres para completar el aforo restringido por la crisis sanitaria. Seguidamente, se cantó ese himno Salve, de una forma atípica, ya que se tuvo que hacer dentro de la iglesia, sin mover la imagen de la Patrona y no en la plaza Mayor, con miles de personas.

Hoy se pone fin a los actos religiosos con motivo de las fiestas patronales con la misa mayor, presidida por el Obispo de Plasenica, José Luis Retana. Será a las doce. También habrá otra misa a las 20.30 horas.

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Mañana volverá la Virgen a su habitual morada, el castillo trujillano, con un traslado privado.

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