El Sagrado Corazón de Jesús consigue un premio nacional por su proyecto de innovación

El colegio Sagrado Corazón de Jesús ha puesto fin a su proyecto de innovación y cuidado del medio ambiente 'R-Vive, cuidando mi mundo del futuro', que ha tenido una duración de dos años. Su colofón ha llegado a modo de reconocimiento. Se debe a que ha conseguido el primer premio de una de las dos modalidades de la III edición del Concurso 'R7 por el Planeta', convocado por la Fundación Ibercaja a nivel nacional. Su fin ha sido impulsar «el compromiso de escolares, docentes y centros educativos con el desarrollo sostenible de la sociedad y de su entorno, así como reconocer actitudes y valores en los ámbitos de la protección del medio ambiente y la naturaleza, la mejora de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático», según las bases del certamen..

El premio, valorado en 3.000 euros, fue entregado ayer en un sencillo acto, con la presencia del director de Zona 2, de la dirección Territorial de Extremadura de la entidad bancaria, Antonio Fernández y el director de la oficina en Cáceres, Juan Carlos Iglesias. Asimismo, participaron estudiantes y docentes. Fernández felicitó la labor hecha por el alumnado en este proyecto vinculado con la sostenibilidad ambiental. «Espero que continuéis en esta senda», afirmó.

El responsable del proyecto, el docente Miguel Floriano, reconoció que es una alegría el reconocimiento recibido entre las 108 propuestas que se han presentado de todo el territorio nacional. Asimismo, puso de manifiesto el apoyo que se ha tenido de docentes, de alumnado y de madres y padres. «En este contexto, no puedo más que expresar mi satisfacción de poder mostrar a la ciudadanía la calidad de nuestra enseñanza concertada», defendió.

Tras este acto, Floriano explicó que este proyecto cumplía con todas las bases para participar en el certamen y por ello se presentó la iniciativa. Considera que no ha podido tener mejor cierre. Además, se ha puesto el punto y final a 'R-Vive', cumpliendo con la programación diseñada inicialmente. También insiste en esa implicación no solo de la comunidad educativa, sino de la ciudad trujillana.

Recuerda que ha habido propuestas que no solo se han quedado en el colegio, sino que también se ha beneficiado el municipio. Ejemplo de ello han sido la instalación de señales, la plantación de árboles, además del muro de la realidad para plasmar puntos contaminados del municipio. Igualmente, se han realizado batidas de limpieza. «Además de concienciar, de enseñar y de impulsar el cuidado medioambiental en el centro, hemos ofrecido un servicio a nuestra comunidad», añade.

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