Rodeados de gente buena

Soy artesana bordadora. Comencé mi andadura hace ocho años, en el 2012, cuando apenas estábamos saliendo o, más bien, seguíamos en la crisis de 2008. He tenido el taller en mi casa en lo que era una cochera, que habilitamos para desarrollar mi labor. Al principio, participábamos en mercados y, posteriormente, en ferias de artesanía. Tengo que reconocer que estas son cada vez más costosas y existen muy pocas ayudas para poder asistir o, incluso, ninguna. A partir de ahí, decidimos trasladar el taller a Trujillo, aprovechando así el turismo que tiene y reducir la asistencia a estas ferias.

Comenzamos a movernos a principio de enero de este año y el 1 de marzo ya teníamos abierta 'Nuestra tiendina', que es como la llamo. Comenzamos con una ilusión tremenda y la aceptación fue muy buena. Sin embargo, según pasaron los días, poco a poco, se fue introduciendo la palabra 'coronavirus'. Parecía algo muy lejano o, quizá, pensábamos que no nos tocaría… Lo que ocurrió después ya lo sabéis. Tuvimos que cerrar nuestra tienda y también la página web. Este dichoso bicho paralizaba el mundo, como si de una película de ciencia ficción se tratara, en la que todos somos los protagonistas.

Pero en medio de este caos, siempre surge lo bueno, la generosidad, la grandeza humana y el altruismo. Así nos lo han demostrado en los últimos días y pongo varios ejemplos.

- Mejor propietario es imposible tener. Me llamó para decirme que ni se me ocurriera pagar el alquiler, que mientras esto durará, del pago no me tenía que preocupar.

- Mi gestor, ídem, ni un céntimo por mover tantos y tantos papeles durante estos días.

- El Plan de Alfabetización Tecnológica de Trujillo voluntariamente y de manera desinteresada, nos ha hecho tres viseras protectoras.

- El grupo de costureras 'Desde Casa, contra el coronavirus', al enterarse que mi madre nos estaba realizando la ropa de trabajo, rápidamente nos entregaron cuatro batas para la apertura de la tienda.

- Sediaco Supermercados, de Huertas de Ánimas, recién abierta nos ha donado guantes para nuestros clientes.

- Una vecina de la calle Tiendas ha estado observando nuestra tienda y las demás, para que estuviera todo correcto, que los días de lluvia no entrara agua por los escaparates, que no estuvieran los cristales empañados, que todo estuviera en orden. Lo ha hecho sin que ninguno la dijéramos nada.

-Los mensajes de ánimo de l@s dueñ@s de los establecimientos de la calle Tiendas han sido innumerables, ¡!!!Cuánto apoyo!!!

-Lo mismo ha pasado con nuestros clientes y amig@s. Hemos recibido numerosas llamadas y mensajes diciéndonos: «yo seguiré yendo», «yo apuesto por la artesanía», «apoyaremos al pequeño comercio», «ahí estaré cuando volváis a abrir», «¡cuánto me estoy acordando de ti!».

Después de tantos y tantos mensajes, no puedo, ni debo lamentarme. Si los comienzos fueron en plena crisis y salió todo bien, ahora toca volver a empezar en otra nueva crisis. Lo hago otra vez con la confianza de que todo saldrá bien ¡Ya lo veréis! ¿Sabéis por qué? Porque estamos rodeados de GENTE BUENA Y MUY GRANDE. Ahora toca mirar para adelante. Ya, para atrás, no se mira ni para coger impulso. Animo porque todo saldrá bien.