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tes de un establecimiento desayunando en la plaza ayer. JSP
Resignación y enfado entre los empresarios por las nuevas restricciones

Resignación y enfado entre los empresarios por las nuevas restricciones

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Responsables de negocios se muestran contrarios a las medidas impuestas por el nivel 3 de emergencia sanitaria

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Domingo, 29 de agosto 2021, 11:03

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La resignación y el enfado, últimamente, están muy presentes en el empresariado trujillano. Esos sentimientos se han acrecentado estos días con la entrada de las nuevas restricciones con el nivel 3 de la alerta sanitaria, que afectan a los aforos en distintos sectores y actividades. Estas medidas, además, llegan en unas fechas en las que deberían comenzar las fiestas patronales, aunque no hay actos programados, salvo los religiosos.

«Ya no sabemos en qué nivel de alerta estamos. Nosotros nos dedicamos a abrir los negocios por la mañana e intentar vender lo máximo posible», señala Antonio Mateos, de Joyería Mateos. Eso sí, más allá de las normas impuestas, matiza que intentan siempre tener las tiendas ventiladas y que no se acumulen demasiadas personas. Reconoce que la situación les tiene cansando y les está repercutiendo económicamente. «Hay que ser autónomo y empresario para entender lo que pasamos», añade.

El enfado es mayor cuando se habla con empresarios de la hostelería y, más aún, del ocio nocturno. Óscar Pablos es uno de los responsables del Café Concierto La Abadía. Según avanza la conversación, su nivel de indignación aumenta ante la situación que están viviendo. Pablos considera que las medidas tomadas siempre han tenido en el punto de mira a este tipo de negocios. Ahora, considera que La Abadía se salva porque tiene terraza, ya que si no, tenía que estar cerrada, «igual que les ha pasado a otros compañeros de otras localidades» asevera.

Castigado

Insiste en que no entiende que unos establecimientos puedan abrir en interior y los cafés-concierto y otros de su categoría no. «El ocio nocturno es uno de los sectores más castigados de la pandemia y creo que hay distinta vara de medir entre unos locales y otros», sostiene. Además, denuncia que este tipo de situaciones están haciendo que haya botellones sin control. Recalca que las normas las deberían cumplir todos.

Con la misma resignación que Pablos, aunque con menos enfado, opina Ulises Barquilla, de Mesón La Troya. «Siempre miran a la hostelería». Cree que estas restricciones no van a hacer que bajen los contagios.

Julio Hoyas, del Hostal Julio, pide que si por la pandemia no pueden trabajar al cien por cien, tampoco deberían pagar los impuestos en su totalidad. Recuerda que, durante este tiempo, han tenido que sufrir distintas restricciones. Sin embargo, en ningún momento ha habido descuentos en los tributos.

Solicitud

Ante la situación vivida, el colectivo Atrubares ha solicitado al Ayuntamiento que se puedan ampliar los espacios de las terrazas que tienen concedidos los establecimientos hosteleros durante las fiestas patronales, del mismo modo que se hizo en el estado de alarma. Para ello, se quiere contar con la Policía Local. «La idea no es que se metan más mesas, sino que haya más distancia», remarca su presidente, Francisco Gómez.

Asistentes a la novena de las fiestas patronales
Asistentes a la novena de las fiestas patronales JSP

Ante esta demanda, el alcalde, José Antonio Redondo, señala que se ha notificado a la agrupación que presenten una propuesta. Matiza que no quiere que esta solicitud venga solo de un sector, sino con consentimiento de todos.

La Asociación de Empresarios de Trujillo (Asemtru) también se ha mostrado contraria ante las nuevas medidas: «Expresar la continua frustración que supone para los ciudadanos y los empresarios de nuestra ciudad ver limitada una vez más sus libertades y, por ende, su actividad económica ante una incompetente administración, que no termina de encontrar la forma de controlar esta crisis sanitaria sin que el coste sea cubierto por los más débiles», según la entidad.

San Martín

Hay que tener en cuenta que las restricciones no solo afectan a los negocios, sino también a los lugares de culto, ya que su aforo se reduce a un tercio. Esta medida afecta, por tanto, a los actos religiosos de las fiestas patronales.

Ante esta medida, la iglesia de San Martín solo puede contar con un máximo de 130 personas. Para ello, la hermandad Virgen de la Victoria está intentando que se sienten tres personas no convivientes por banco. Fuentes esta entidad consideran que habrá problemas, salvo días concretos. El año pasado el único día que se completó el aforo es el sábado de la Salve.

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