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Lunes, 7 de octubre 2024, 09:41
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La reforma de la oficina municipal de turismo ha vuelto a ser tema de confrontación en la última sesión plenaria celebrada hace unos días. Esas discrepancias llegaron con la aprobación de la modificación de crédito, para conseguir 145.000 euros para la restauración de estas instalaciones, así como 130.000 euros para el centro social que se quiere llevar a cabo en Huertas de la Magdalena, según informó la alcaldesa, Inés Rubio.
Este debate se centró en la paralización de cerca de un año de las obras de esa oficina, ya que hay que reforzar la estructuras de los techos, intervención que no estaba prevista inicialmente. Como esa zona da a la parte de arriba de la plaza Mayor, se colocaron vallas en el espacio afectado para evitar la entrada de personas y vehículos por el peligro que puede suponer.
La alcaldesa recordó que, por la situación sobrevenida de la oficina de turismo, se llegó a un acuerdo con los hosteleros afectados con la instalación de las terrazas, aminorando los espacios. Aclaró además que, al final, se cuenta con un informe técnico que pone de manifiesto que hay que intervenir en las estructuras horizontales para levantar la calle y mejorar la zona. Este hecho hace que se necesite un presupuesto y un proyecto diferente al inicial.
La edil socialista, María Curiel, fue muy crítica con la gestión llevada a cabo. Recordó que llevan casi un año empresarios, turistas y vecinos enfrentándose a ese vallado «horroroso», que hace que disminuya la posibilidad de atender a clientes. «Creo que no nos lo podemos permitir». Asimismo, reconoció que le «causa vergüenza, 11 meses después, encontrarme con ese vallado en la plaza de Trujillo».
Insistió además en que con la solución que se aprobaba en el Pleno no iba a ser suficiente, ya que se van a demorar las obras varios meses más por la propia ley de contratos. «Nos vamos a ir a la primavera como muy pronto del año que viene, sino al verano. Curiel sugirió la posibilidad de llevar a cabo un proyecto intermedio hasta que se ejecute esa remodelación. Sería el apuntalamiento de esas instalaciones, un proyecto que ya fue impulsado por el concejal de Servicios y que está presupuestado en unos 40.000 euros. Con esa estructura, se podría retirar ese vallado.
Ante las críticas, Inés Rubio apuntó que de nada valdría gastar dos veces en una intervención que está proyectada. Además, recordó que ese apuntalamiento es una solución puntual y temporal, que la alcaldesa no ha solicitado en ningún momento. Insistió en que su objetivo es dar respuesta con decisiones de interés general y no de particulares. «No me valen proyectos donde dan respuesta solamente a una de la zonas».
La portavoz de Unidas por Trujillo, Ana Iglesias, preguntó por la situación de la oficina de turismo, ya que hay empleados municipales que están trabajando en condiciones pésimas.
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