Primeros pasos para el apuntalamiento de la oficina de turismo

La corporación municipal aprobó, por unanimidad, hace unos días, el apuntalamiento de la oficina de turismo, hasta que se lleven a cabo las obras de refuerzo de la estructura de estas instalaciones. De este modo, se podría quitar el vallado existente en la zona de arriba de la plaza Mayor, sin peligro de que se caiga ese solado. Se trató de una propuesta del PSOE y Unidas por Trujillo, con la intención de que se ejecute antes de Semana Santa.

Ante este requerimiento, el primer paso ya se ha dado. El Ayuntamiento ha sacado a licitación el contrato de suministro de materiales necesarios para que el servicio de conservación y mantenimiento pueda realizar esos trabajos de apuntalamiento en varios locales de la plaza Mayor, que se deben convertir en la nueva oficina de turismo. «Estos trabajos son fundamentales para garantizar la seguridad y estabilidad de los edificios, evitando riesgos y daños mayores», se señala en el pliego de condiciones.

Asimismo, se recuerda que hay que utilizar los materiales adecuados para cumplir con las prescripciones técnicas que aseguren el correcto apuntalamiento, preservando la integridad de los inmuebles.

El material a ofertar debe ser nuevo y «de la mejor calidad», cumpliendo las características técnicas establecidas. Además, deberá cumplir con la legislación vigente, según la documentación hecha pública. Igualmente, se detalla que las empresas elegidas deberán prestar asistencia técnica y asesoramiento por personal cualificado sobre la manipulación de los productos y materiales, siempre que lo requiera el Ayuntamiento.

Este contrato se realizará por lotes. Por un lado, estará el suministro de puntales, grupillas y clavos; por otro, el suministro de tablones de madera. El presupuesto base de licitación es de 16.645 euros, IVA incluido. Ahora, las empresas tienen hasta el 26 de marzo para presentar sus ofertas. A partir de ahí, se tendrá que llevar a cabo ese apuntalamiento demandado.

Esta ejecución es un capítulo más de la polémica suscitada desde hace meses por el retraso de las obras de la oficina de turismo, una vez que se tuvieron que parar debido al mal estado de la estructura de sus techos. Esa mejora no estaba contemplada en el proyecto inicial. Como esa parte da a la zona de arriba de la plaza, se decidió poner el vallado perimetral para evitar el acceso a vehículos y personas.

Tras meses de espera, salió a licitación a finales de año la obra de reestructuración horizontal de esa oficina y locales colindantes, ante el peligro de colapso, pero quedó desierta. Ya antes, desde la oposición se había propuesto ese apuntalamiento. Sin embargo, la alcaldesa no era partidaria de ello. Una vez aprobado en sesión plenaria, el Consistorio está dando los pasos oportunos para ejecutar ese proyecto.

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