JESÚS M. AVILÉS
Reflexiones desde la ventana

El prestamista

josé cercas

Martes, 9 de febrero 2021, 08:42

Vuelvo a casa, hace calor, hasta la arcilla de los muros llora en polvo y cae sobre el camino. Las farolas tristes, con sus bombillas tintinando a medio fundir, rememoran otros tiempos, aquellos ya pasados, cuando la misma luz alumbraba la sonrisa mágica de la tierra.

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Dije que vuelvo a casa, en el camino me encuentro con un hombre que pide trabajo bajo la sombra destartalada de la ciudad. A las viviendas, a medio de derrumbarse, le falta la calidez que reflejan las blancas fachadas de esta tierra; aquellas cubiertas de inmaculada cal y flores colgadas de los balcones. Le falta, también, el humo desnudo saliendo por la chimenea, la algarabía de niños corriendo de un lado a otro del jardín; le falta, los troncos crepitando en el fuego.

-Dije que pide trabajo-.

Por fin remonto la colina; las rejas de hierro de mi patio son diferentes, no visten el óxido de otros lugares, la herrumbre de otras viviendas. Las forjas de mi jardín visten de un verde olivo que engalanan sus laboriosas herrerías. Se me olvidó comentar que soy prestamista y vivo en la avenida más alta del barrio, en la mansión más elegante de esta ciudad.

Enciendo mi gran televisor; en ese momento el presidente del gobierno anuncia que estamos saliendo de la crisis. Sonrío sarcásticamente, mientras apuro mi copa de coñac francés.

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