Poca alegría en el mercadillo de los jueves

Poca actividad y poco público. Así se mostró ayer el mercadillo de los jueves, que fue un fiel reflejo de la poca actividad comercial existente en la localidad. Una semana más contó con poca asistencia de vecinos, «la peor en mucho tiempo», señalaba la propietaria de un puesto de carnicería. Algunos compañeros coincidían en que el miedo al contagio y el cierre perimetral de las poblaciones, unido al mal tiempo provocaron esa escasa actividad comercial.

Este mercadillo estuvo formado por la mayoría de los puestos que se suelen ubicar dentro de la plaza de abastos y que son de alimentación y por tanto, servicios esenciales. Asimismo, fuera se situaron algunos puestos de frutos secos y dulces, así como de ferretería. Faltaron el resto de puestos, cumpliendo con las medidas establecidas por las restricciones marcadas por la pandemia.

Uno de los comerciantes, Juan de la Cruz Sánchez pasó la jornada aguantando el mal tiempo, con su puesto en el exterior. Reconoció que se echaba de menos el resto de puestos, como la ropa y calzado, que animan a que otros vecinos se acerquen a esta actividad. Asimismo, recordó que este mercadillo se 'alimenta' también de vecinos de poblaciones de la comarca que ahora no se pueden mover.

«Hoy no sacamos nada», señalaba con cierta resignación Soledad, que llega cada semana de Aceuchal. No obstante, reconocía que no se podía faltar para atender a los clientes. Tanto ella, como otros compañeros, consideran que hay que estar siempre, ya que si se falta de forma asidua, se pierde esa clientela con facilidad. «Nosotros vivimos de esto», remarcaba. No faltaron las quejas por las restricciones obligadas al sector comercial, que perjudica a muchas familias. Otros compañeros recordaron que, poco a poco, este mercado, por unas circunstancias u otras, va perdiendo clientela.