

Personal del Centro de Acogida de Menores (CAM) Francisco Pizarro se concentraron ayer a las puertas de estas instalaciones para mandar un mensaje claro. Así lo reflejaron con carteles: 'Stop agresiones'. De este modo, quisieron mostrar su rechazo ante el asesinato producido en Badajoz ayer, de la educadora social, Belén, en un piso tutelado.
Asimismo, se leyó un manifiesto en el que se se indicó que este suceso pone de manifiesto la necesidad urgente de reforzar las medidas de seguridad para proteger a los trabajadores y trabajadoras que desarrollan su labor profesional con menores. «Exigimos a la Junta de Extremadura que adopte de inmediato medidas efectivas para garantizar la seguridad del personal que trabaja en estos recursos asistenciales. Es imprescindible que se revisen los protocolos de actuación, se aumenten los recursos humanos y materiales y se implementen sistemas de prevención y respuesta ante la situación de riesgo», se detalló.
En este comunicado se recordó además que el centro trujillano acoge a niños y adolescentes de 6 a 18 años con medidas de protección. También hay menores que cumplen medidas judiciales. «Nos sentimos profundamente identificados con este hecho puesto que hemos sido nosotros mismos los que hemos sufrido agresiones verbales y físicas en múltiples ocasiones y en algunas temporadas siendo habituales», se detalla. Por todo ello, se pide que no haya una tragedia más y se garantice que se pueda llevar a cabo una labor en condiciones dignas y seguras. Asimismo, se solidarizan con la familia, amigos y amigas, así como compañeros y compañeras de Belén.
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