La ordenanza de terrazas propuesta por el Gobierno presenta diferentes novedades

El equipo de Gobierno ha dado otro paso para tener una nueva ordenanza de terrazas. La alcaldesa, Inés Rubio y la concejala delegada, Rosario Melo, junto con técnicos municipales, se reunieron con representantes del sector de la hostelería el pasado viernes para entregarles el borrador elaborado por la Administración. La idea ahora es que lo estudien para que el próximo jueves, en un nuevo encuentro, puedan exponer sus propuestas, sugerencias o cambios, según explica la mandataria trujillana. El fin último es que se tenga un texto consensuado, matiza. La previsión que manejan los dirigentes trujillanos es que pueda aprobarse en sesión plenaria antes de que termine el año.

Rubio asegura que la norma propuesta por la Administración está muy estudiada y recoge las diferentes casuísticas que se dan en la ciudad. «Se ha intentado buscar el equilibrio con todos y se tiene en cuentan criterios objetivos», remarca. Por tanto, se persigue regular las condiciones y requisitos para la ocupación temporal de uso público mediante la instalación de terrazas vinculadas a establecimientos de hostelería u otros similares, según se detalla en el texto.

Una de las principales novedades es que las licencias tendrán validez hasta un máximo de cuatro años naturales, siendo necesario acreditar el pago de la tasa de la anualidad siguiente antes del 31 de diciembre y siempre y cuando se respeten las condiciones. La alcaldesa detalla que hasta ahora las vigencias eran anuales. El nuevo texto, asimismo, recoge que se creará una comisión técnica municipal para la consulta, asesoramiento e interpretación de la normativa, con el fin de facilitar su aplicación y cumplimiento.

El borrador también incluye que deberán estar delimitadas mediante la señalización de ángulos. También se detalla que la terraza debe ser un complemento del establecimiento al que se vincula. Por tanto, el negocio principal se desarrolla en el interior. De este modo, se dará autorización cuando desde la puerta del local hasta la terraza no haya una distancia superior a 20 metros , salvo excepciones. El número de sillas o taburetes no podrá exceder del doble del aforo del local. No obstante, «queda establecido un límite de capacidad de las terrazas en 25 mesas y, como consecuencia, 100 sillas o sillones o 50 taburetes».

Con el fin de mantener una homogeneidad en la estética urbana, en aquellos lugares de significación histórica monumental, los elementos de esas terrazas deben ser beige, cremas o blancos. No obstante, las que estén en el conjunto histórico estarán sujetas a la norma del Plan Especial y al dictamenten de la Comisión de Seguimiento del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Trujillo. La norma también regula los tipos de cerramientos, que tienen que cumplir una serie de características, además de la limpieza, seguridad y ornato.

El texto igualmente detalla las posibles infracciones, que van de muy grave, con sanciones de 1.501 a 3.000 euros, pasando por graves con multas de 751 a 1.500 euros y las leves que suponen un pago de entre 100 y 750 euros. También conllevan otro tipo de penalizaciones, según la gravedad de esas infracciones.

Aquellos establecimientos que tuvieran licencia en vigor anterior a la publicación de esta ordenanza, «tendrán un periodo de seis meses para adaptar sus terrazas a lo establecido en la ordenanza», según el borrador de esta normativa.

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