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Una nueva vida para un tesoro trujillano

Una nueva vida para un tesoro trujillano

Irene Toribio

Miércoles, 19 de febrero 2025, 07:48

En sus orígenes, fue un beaterio, posiblemente el más antiguo documentado en la ciudad. Ubicado junto a las murallas y cerca de la puerta que conducía a Coria, de ahí su nombre, su estructura se compone de varios cuerpos dispuestos en paralelo a la muralla, con la mayor parte de sus estancias organizadas en torno a un patio central.

Su acceso principal está en la travesía de Santa María, a través de la iglesia, que, aunque parcialmente en ruinas, conserva detalles arquitectónicos de gran valor. Esta iglesia, de estilo gótico tardío, cuenta con una sola nave y cabecera ochavada. Aún se pueden ver los restos de sus bóvedas de crucería, pilares fasciculados y capiteles, así como esgrafiados en los muros que datan del siglo XVIII. El claustro se construyó en el siglo XVI y, en el XVII, se realizaron ampliaciones para adaptarlo al creciente número de religiosas.

Más información en www.hoy.es

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