
Javier Sánchez Pablos
Martes, 1 de agosto 2017, 09:17
La corporación municipal vivió ayer una intensa y larga sesión plenaria, protagonizada en muchos momentos por la confrontación de ideas entre el alcalde, Alberto Casero y el concejal de Izquierda Unida, Joaquín Paredes. Más allá de esas discrepancias, este pleno sirvió para dar un nuevo paso para que la ciudad cuente con un nuevo Plan General Municipal de urbanismo. Se debió a que este documento se sometió otra vez a debate, una vez que se han resuelto las 46 alegaciones que se presentaron en su momento. De ese total, 19 se han estimado en su totalidad y otras tantas, parcialmente. Ocho han sido rechazadas. Con estas aportaciones se aprobó este plan de forma provisional, con los votos a favor del PP, con la abstención del PSOE y con la negativa de IU. Ahora se someterá otra vez a exposición pública durante 30 días para poder presentar propuestas.
Los portavoces de los partidos políticos dejaron claro la importancia que tiene el Plan General Municipal, ya que diseña, transforma y desarrolla la ciudad para 25 años. Por ello, se pidió la implicación de la vecindad. Ante esa relevancia, tanto el portavoz del PSOE, como de Izquierda Unida, solicitaron que el equipo redactor del documento expliquen tanto a los políticos como a los ciudadanos sus líneas generales.
El alcalde, Alberto Casero, recordó que la redacción de un plan siempre es compleja y destacó la celeridad con la que se ha hecho este trabajo. Se comenzó en 2013 y ya se está hablando de su aprobación provisional, detalló. Asimismo, recordó que ya estuvo expuesto al público para las oportunas alegaciones. Además, se han hecho actividades de participación.
El primer edil, asimismo, defendió que se ha contado con un proceso amplio. Prueba de ello es que se ha contado con informe tanto del personal técnico del Ayuntamiento, como de la Oficina de Urbanismo de la Mancomunidad, junto a informes sectoriales de cerca de 60 administraciones locales, provinciales y regionales. Por tanto, «estamos teniendo en cuenta lo que opinan otras entidades», así como los vecinos. Igualmente, recordó que este plan ha contemplado en ese desarrollo urbanístico el trabajo del experto paisajista, el profesor Rafael Matas y a su equipo, que han entendido que el valor intrínseco también está en el entorno que circunda la ciudad.
El portavoz del PSOE, Fernando Acero, argumentó la abstención de su grupo porque aunque consideran este plan necesario para la ciudad, «son ustedes los que tienen que diseñar el modelo de ciudad y en muchos casos no coincidimos», haciendo referencia al PP. Acero también puso de manifiesto algunas situaciones recogidas por el plan que considera que se deben corregir, como la catalogación de suelo de uso religioso donde hay ya viviendas o calles que ya están ocupadas por viviendas.
El concejal de Izquierda Unida, Joaquín Paredes, solicitó que el equipo redactor de este plan cumpla con sus principios, ya que hasta ahora no lo ha hecho. Se refiere, sobre todo, a la utilización de procesos de participación ciudadana, que se considera clave de éxito de cualquier proceso de planificación. A pesar de que se abran periodos de alegaciones, Paredes apunta de la necesidad de que los ciudadanos estén informados para que se crezca como ciudad. «No queremos que sea un juego al Monopoli», aseveró.
Paredes no solo habló de participación ciudadana en este punto, sino también en diversos momentos de la sesión plenaria. De hecho, como no se utiliza, sugirió al alcalde que derogue el plan de participación que tiene el Ayuntamiento. Tal fue la insistencia que el primer edil le ofreció la delegación de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, eso sí, sin entrar en el equipo de Gobierno.
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