El paseo Ruiz de Mendoza, antes de su última remodelación con la construcción del parking

Un quiosco de la música con historia

Esta estructura tuvo una gran actividad en el paseo Ruiz de Mendoza

Javier Sánchez Pablos

Lunes, 10 de julio 2017, 07:15

El maestro Flores siempre ha sido y es una voz autorizada en el mundo de la música en la ciudad trujillana. De hecho es el director de la banda de música que lleva su nombre, anteriormente municipal. Recuerda, con cierta añoranza, aquellos años cuando tocaba de niño todos los domingos con la primigenia banda en el quiosco de la música que presidía el paseo Ruiz de Mendoza. Quizá, por eso, con la recuperación de la actual banda que dirige desde 1987, propuso en esa época al Ayuntamiento que volviera a hacer y poner en marcha un quiosco de la música en este emblemático lugar.

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Con la última remodelación de este paseo y con la construcción del parking, fue relegado al parque de San Lázaro, hecho que no gustó a diversos colectivos. Ahora, tanto el Ayuntamiento como otras formaciones reivindican otra ubicación para esta estructura.

Flores sostiene que, cuando formó la actual banda, «achuché» al alcalde de aquel momento para que hiciera el quiosco. Reconoce que era un lugar de encuentro, donde se unían muchos vecinos alrededor de la música. «Un quiosco supone cultura y sensibilidad con la música», sostiene. Además, apunta que no solo es un sitio para una banda, sino para todo tipo de agrupaciones y colectivos. Su formación ofreció distintos conciertos en este lugar.

El alcalde de aquella época fue el socialista Benigno Fernández, quien mandó construir este quiosco tras escuchar las demandas del maestro Flores. Ya, con el paso de los años, reconoce que le pareció una buena idea, puesto que antiguamente se daban conciertos en este lugar. «Esa fue una de las razones de hacer esta estructura», señala. Otro de los motivos fue dar más vida a la recién creada banda municipal de música en ese momento. «Fue como recuperar parte de la tradición de la ciudad», sostiene.

Escuela taller

Con la idea en mente, se llevó a la realidad, a través de la escuela taller, dirigida por Francisco Ortuño, actual gerente de Restaura. En esos años, tenía un gran peso en la ciudad, con numerosos alumnos y profesores. Ortuño recuerda que, en las etapas de mayor auge, estuvo formada por más de 250 personas, divididas en diferentes talleres. Ocupó el conventual de San Francisco, junto a la actual biblioteca, donde se situaba la zona de despachos.

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Ortuño explica que en la construcción del quiosco intervinieron, principalmente, los alumnos de los talleres de forja y de cantería. Aprovecharon unas columnas de hierro fundido. Fue diseñado por la propia escuela, con el apoyo del maestro Flores. Ortuño destaca que el maestro cantero fue Juan Bravo y el maestro herrero, Eloy Muñoz. También hubo una intervención de albañilería dirigida por Diego Martín. Cree que se hizo un gran trabajo, al igual que con otros proyectos ejecutados en esta escuela taller.

Con su construcción, la banda municipal de música comenzó a ofrecer diferentes conciertos. Su director reconoce que no se podían hacer todos los domingos, como antaño, ya que sus integrantes no cobraban. Sin embargo, se realizaban de forma periódica. También fue utilizado por otras formaciones.

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Ya, a principios del siglo XXI, siendo alcalde José Antonio Redondo, se decidió remodelar el paseo Ruiz de Mendoza, en su estado actual, con la construcción del parking. Este hecho conllevó, entre otras decisiones, al traslado de ese quiosco de la música al parque de San Lázaro. En este caso, se situó quitando la base de cantería y se construyó un pequeño graderío.

No gustó

Esta decisión no gustó a diferentes colectivos. Uno de ellos fue el de la Asociación Amigos de la Banda de Música, que ya estaba en marcha. De hecho, expuso al equipo de Gobierno otras alternativas para esta estructura, según cuenta su presidente, Gabriel Fernández. Sin embargo, la decisión no cambió.

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Con el paso de los años, esta estructura en San Lázaro no ha sido muy utilizada. Además, suele estar rodeada de malas hierbas. Al maestro Flores le gustaría retomar conciertos en este quiosco, pero ubicado en otro lugar de la población, dentro del casco urbano y accesible a todas las personas. Señala que el actual sitio no se encuentra en las mejores condiciones, además de que está alejado de la población. Otro de sus problemas es que, al situarse al lado de la charca, hay muchos mosquitos, un inconveniente para los músicos.

La última actuación en esta estructura fue realizada el mes pasado, a cargo de la escolanía Santa María. Su intención fue reivindicar este elemento, bien para que se adecente y dignifique la zona para actividades musicales, bien para que se sitúe en otro sitio más digno, según la agrupación dirigida por Ángel Guerra.

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Fuentes del equipo de Gobierno han manifestado que hay intención de trasladar este templete a otro lugar de la ciudad, para que se retomen las actuaciones musicales deforma asidua y en condiciones óptimas. Detallan que ahora no está en el mejor de los sitios, pero no puede ponerse otra vez en el paseo Ruiz de Mendoza, por su estructura y su diseño. Por ello, se están estudiando diferentes alternativas. Uno de los sitios que se manejan es la plaza de Almagro, según la concejala Consuelo Soriano. Lo que tiene claro es que tiene que ser un lugar donde pueda acudir de forma sencilla el público. Si fuera así, este quiosco volvería a vivir una nueva historia.

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