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La normativa hace mención a la regulación en los soportales de la plaza

Polémica por la normativa de los carteles

El Ayuntamiento 'invita' a los empresarios a aplicar los cambios de la ordenanza, que tienen de plazo hasta septiembre de 2018

Javier Sánchez Pablos

Lunes, 3 de julio 2017, 06:48

Con cierto revuelo y dolor de cabeza en algunos sectores. Así han sido recibidos los cambios en la ordenanza reguladora de los usos, instalaciones y ocupaciones en la vía pública o, dicho de otro modo, la normativa sobre cartelería, rótulos, banderolas, terrazas y veladores.

Aunque el nuevo texto entró en vigor en septiembre de 2016, la intranquilidad en distintos empresarios ha llegado con la carta que recibieron hace unas semanas del Ayuntamiento 'invitando' a que cumplan con los nuevos parámetros. El equipo de Gobierno ha hecho hincapié ahora, sobre todo, en la situación de los carteles y rótulos. Tal es ese revuelo que la oposición manifestó en el último pleno la necesidad de revisar esta ordenanza.

El malestar está presente principalmente en empresarios de la zona que abarca el Plan Especial de Protección del Casco Histórico y que llega hasta la calle Encarnación. Se debe a que los requisitos son más exigentes. Por su parte, el concejal delegado, David Pablos, asegura que el nuevo texto ha flexibilizado las exigencias que había antes.

Entre otros parámetros, según la ordenanza, cualquier elemento publicitario en este entorno debe adaptarse en cuanto a dimensiones, materiales, proporciones, texturas, colores y diseño en general al carácter histórico de la zona y, en particular a la estructura y concepción del edificio base sobre el que se coloca. De este modo, se regula cómo deben ser los rótulos. También afecta a la cartelería que se pone en la vía pública y el número de carteles por fachada, así como las máquinas expendedoras. Mención aparte son los soportales de la plaza Mayor.

Septiembre de 2018

Ante las posibles dudas, David Pablos aconseja que los empresarios se pongan en contacto con el departamento de Industria. Sostiene que muchos titulares ya están cumpliendo con el nuevo texto. En el caso que no cumplan, tiene un tiempo para regularizar la situación. Si se sigue los plazos que marca la norma, se tienen dos años desde que entró en vigor la ordenanza. Por tanto, en septiembre de 2018, todo debería estar regularizado.

Pablos matiza que no hay un afán recaudatorio. De hecho, recuerda que, por rótulo en la pared, solo se paga tres euros por metro cuadrado al año. La intención es mantener una regulación para que no haya carteles por todos los

sitios, sin ningún orden. Insiste en que la cartelería debe estar integrada en el espacio y que no sea «un pegote». Ante este proceso de regularización, el departamento de industria ya tiene numerosas solicitudes para informar de la situación de cartelería y rótulos en la ciudad, que se irá haciendo poco a poco.

El líder del Partido Socialista, Fernando Acero, considera que es bueno hacer una reestructuración, sobre todo en la zona centro y parte antigua. Reconoce que hay zonas que es complicado pasar por la cartelería existente, como por ejemplo, por los soportales de la plaza Mayor. Sin embargo, apunta que hay que tener una cierta permisibilidad en determinados espacios de la localidad. Por ello, cree que se podría hacer una rectificación.

Para el líder de IU, Joaquín Paredes, hay que hacer una profunda reflexión al respecto. Echa de manos que no haya habido un ejercicio de pedagogía. Además, no entiende que esta norma se aplique en ciertos lugares más alejados del caso histórico. También señala que el Ayuntamiento no siempre cumple. Por ello, pide un reunión para, si hace falta, hacer una modificación.

Opiniones de empresarios

Algunos empresarios se sienten molestos. Uno de ellos es Juan Manuel Belmonte de Coste Fotos. Tiene claro que si tiene que cambiar el cartel, lo quitará y dejará así de pagar el impuesto correspondiente. «Así también me lo han dicho otros empresarios». Recuerda que tiene un logotipo con unos colores corporativos que no puede cambiar. Comparte en que hay que regularizar este asunto pero no a costa de los empresarios. Y si es así, «deberían poner una línea de subvenciones para esos cambios», añade.

La regencia de la Capilla Sixtina del Queso no entiende la normativa. Asegura que en ciudades de igual o mayor repercusión que Trujillo, como Sevilla, Toledo o poblaciones de la Toscana tienen su cartelería en la calle, así como parte de la mercancía. Con la medida que quiere tomar el Ayuntamiento, «va a repercutir negativamente en la economía de los pequeños negocios, puesto que los carteles es un reclamo publicitario». Este hecho conllevará a que entre menos público en los establecimientos y, por tanto, puede desembocar en despedidos, añade.

Uno de los empresarios de la plaza Mayor es Luis Moreno. Cree que el Ayuntamiento tiene que intervenir en regular el sistema de cartelería y rótulos en la plaza Mayor. Hace mención, sobre todo, en los soportales ya que en ocasiones es complicado que personas con movilidad reducida pasen. De esta misma opinión es la gerencia del Restaurante Medievo, también en la plaza Mayor. Apuesta por otra forma de anunciar la oferta de sus establecimientos. Eso si, matiza que lo deben cumplir todos.

Bronce, madera y forja para los letreros del casco histórico

Entre otras regulaciones, se detalla que en la Zona de Especial Protección del Casco Histórico, en cuanto a materiales, se podrá utilizar bronce, hierro de forja, acero envejecido, acero inoxidable, madera, cerámica o metacrilato transparente. Por lo que respecta al color, se debe disponer sobre fondo transparente o claro. Además, las letras serán de colores oscuros, apunta la norma. Todo debe tener acuerdo favorable de la comisión de Seguimiento del Plan Especial, previa a la concesión de la autorización de la instalación.

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