

Javier Sánchez Pablos
Domingo, 12 de febrero 2017, 23:55
La charca de San Lázaro, poco a poco, va recobrando su imagen más habitual, con las lluvias de este invierno. Ante esta situación, el presidente de la Sociedad de Pescadores Alta Extremadura de Trujillo, Manuel Pérez, avanza que este verano se podrá volver a pescar en esta zona, tras su vaciado, limpieza y mejoras ejecutadas en el año 2015. Desde esa época, no se ha podido pescar.
Aunque ya tiene agua, Pérez confía en que coja aún más, no solo de la lluvia, sino también de algunos aportes con los que cuenta, con la intención de que esté en perfectas condiciones para ese inicio de temporada. De este modo, se recupera un espacio muy apreciado para los pescadores trujillanos, ya que se encuentra dentro de la población. A pesar de las críticas recibidas, el presidente sostiene que era una labor necesaria. Ahora se encuentra limpia.
Uno de los objetivos más próximos de este responsable ahora es comprar un motor para que pueda mover el agua de esta charca, con el objetivo de oxigenarla. Con esta acción, se pretende evitar que se mueran las tencas existentes. Recuerda que ya se perdieron unos cien kilos por esa falta de oxígeno. A pesar de ello, cuenta con suficientes animales. Además, a final de año se echaron unos 10.000 alevines. Otros 10.000 se fueron para la charca La Magdalena y 12.000 para Nápoles.
El presidente recuerda que, en Burdallo, se puede pescar durante todo el año. Es un coto de carpas y barbos, aunque también tiene tencas. En la actualidad, también se puede pescar en la charca de la autovía.
En el resto de recursos acuíferos que gestiona la sociedad trujillana, la temporada tiene previsto comenzar el 3 de junio. Mientras, se están haciendo algunos trabajos de mantenimiento. Apunta que en algunas charcas se han puesto espantapájaros para evitar que los cormoranes se coman la pesca. Para la de Burdallo, se tienen los permisos pertinentes para poderlos abatir en unos días concretos de las semana. Más adelante, se realizarán trabajos de desbroce y limpieza de las orillas. Esta labor se une a los trabajos de guardas, para saber que se están cumpliendo las normas establecidas, entre otras. Con el inicio de temporada, la intensidad de trabajo subirá considerablemente.
En la actualidad, este colectivo cuenta con unos 270 socios, incluidos los honoríficos. Manuel Pérez lamenta que en los tres últimos años ha habido cerca de 150 bajas, 50 por año. Algunos se han ido a otras sociedades y otras no han renovado su pertenencia a esta agrupación.
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