La Virgen de la Victoria y el Cristo de la Salud siguen, por ahora, caminos separados

La Hermandad de la Virgen de la Victoria y el Cristo de la Salud junto a su ermita de San Lázaro, por ahora, seguirán caminos separados, al menos, hasta la asamblea general ordinaria, ten tendrá lugar en el primer trimestre de 2017. Así se decidió en la asamblea extraordinaria celebrada hace unos días, donde acudieron medio centenar de personas, de un total de 3.000 socios.

La idea de la junta directiva era unir las dos advocaciones. El presidente, Javier Diz, explicó que existe disponibilidad de recursos humanos y materiales que pueden facilitar la organización y el desarrollo de actos religiosos y lúdicos para fomentar no solo la devoción a la Virgen de la Victoria, sino también al del Cristo de la Salud. Matizó que no supondría cambios, a corto plazo, en el funcionamiento de la ermita de San Lázaro, dirigida durante décadas por el matrimonio Murillo Durán. Diz insistió en que, con esta fórmula, se pretende buscar una continuidad a esta devoción, para cuando los santeros no puedan.

La unión conllevaría la creación de una nueva tesorería propia para el Cristo de la Salud. Asimismo, se abonaría el 10 por ciento de los beneficios resultantes de cada anualidad a la parroquia de San Martín, de la que depende, en concepto de colaboración y dotación de necesidades para el culto de San Lázaro.

Con la unificación, supondría que la entidad pasaría a llamarse Hermandad Cristo de la Salud y Virgen de la Victoria. Este cambio de nombre provocó el rechazo de distintos asistentes, ya que perdería protagonismo la patrona, que es la principal devoción que tienen los trujillanos. Asimismo, sostuvieron que se está buscando una solución a un problema que ahora no existe. Otros opinaron que ha faltado información sobre este tema.

El consiliario y párroco de San Martín, Miguel Ángel Ventana, afirmó que debería haber un grupo de personas que tomen las decisiones en torno al Cristo de la Salud. Ahora, corren a cargo del propio párroco. Lo ideal sería que se crease una nueva hermandad. Sin embargo, reconoce que no hay personas comprometidas para ello. Insistió en que no solo se trata de los trabajos materiales, sino también de otras tareas, como puede ser el fomento de su devoción, además del cuidado del edificio.

Debido a que parte de los asistentes estuvieron en contra del cambio de nombre, Ventana apuntó que se podría mantener como está y crear una delegación para el Cristo de la Salud y así se recogiese en los estatutos de la Hermandad. Ante esta posibilidad y el cambio de propuesta al final del encuentro, se decidió tomar una decisión definitiva en la próxima asamblea.