La ciudad vivió un gran ambiente festivos este sábado con propuestas novedosas

La jornada de este sábado cumplió con las expectativas, a pesar del intenso calor. Cientos de personas se echaron a la calle para disfrutar de uno de los días más característicos de las fiestas de Trujillo, con gigantes y cabezudos, diversas atracciones, el besapié a la Virgen y la tradicional Salve. Todo ello hizo que los establecimientos de la plaza Mayor y los aledaños contasen con numeroso público, tanto de la ciudad, como visitantes de variopintos lugares. Desde hace unos años, esta jornada se ha convertido en un día de encuentro de amigos y familiares, con un gran ambiente.

La programación festiva del sábado comenzó, por la mañana temprano, con la diana floreada por las calles de la ciudad. Pasada las nueve de la mañana, la hermandad Virgen de la Victoria abrió las puertas de la iglesia de San Martín, para comenzar con el besapiés a la Patrona, por donde pasaron, a lo largo de este día, miles de personas. No faltó la oración dirigida por representantes de las distintas hermandades de la Virgen, junto con la banda de música Antonio Flores y la banda de cornetas y tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno.

El gran movimiento de personas en el municipio trujillano se produjo a partir del mediodía, con la salida por distintas calles, de los gigantes y cabezudos, uno de los grandes atractivos de esta jornada. Numerosos pequeños junto a sus padres, además de jóvenes, fueron a su encuentro, durante todo el itinerario. A las 14.10 horas, hicieron su entrada en la plaza Mayor.

Como novedad, en esta ocasión, el Ayuntamiento colocó, para el público infantil, diversas atracciones, con una gran aceptación. La más concurrida fue un tobogán de 50 metros con agua, para que los participantes se deslizaran con un flotador. Estuvo situado en la cuesta junto al Palacio de Justicia. También hubo hinchables y una gran cama elástica. Todo ello se unió al pilar de la plaza, lleno de agua. Como cada año, decenas de menores decidieron refrescarse y jugar en este lugar.

Ambiente

Acabada las atracciones, muchos vecinos continuaron la jornada festiva bien en bares y restaurantes, bien en soportales o en lugares de sombra, resguardados del intenso sol. La charanga 'La Crisi', que acompañó en su recorrido a los gigantes y cabezudos, se unió con su música animando al respetable.

Una de las entidades con más trabajo en este día fue la Hermandad de la Patrona. Además de organizar el concurrido besapiés, llevó a cabo la puja junto al palacio de San Carlos, con cerca de 90 objetos donados a la Virgen. Según su presidente, Javier Diz, este año ha estado más animada que en otras ediciones. Se obtuvieron unos 800 euros.

Tras la novena, llegó uno de los momentos más esperados del día, con el canto Salve. Para ello, la plaza Mayor, totalmente abarrotada, se quedó prácticamente a oscuras. Seguidamente, la imagen de la Patrona, cargada por directivos de las hermandades de la Virgen del Victoria, salió al atrio de San Martín alumbrada por un haz de luz. En ese momento, la banda de música de Trujillo 'Antonio Flores' comenzó a interpretar la Salve, entonada por miles de voces. La jornada festiva terminó con una verbena y con el chupinazo de peñas. Se pudo hacer botellón en la plaza, que reunió a muchos vecinos.