El Pleno vuelve a debatir sobre los usos del mercado de abasto y de la piscina climatizada

El Pleno de ayer sirvió para hablar, de nuevo, de los usos de infraestructuras construidas en anteriores legislaturas y que nunca se han utilizado. Este debate surgió a raíz de la aprobación, por unanimidad, de la declaración de utilidad pública e interés social del proyecto de adaptación del edificio ideado, originariamente, para un mercado de abasto, en la calle Emilio Martínez. Ahora, se convertirá en un centro de formación para el sector de la gastronomía y la hostelería y para apoyar proyectos innovadores en esta materia. Se llamará iGastrolab.

Con esa declaración de interés social, se podrá llevar a cabo una actuación, avalada por informes técnicos, que no está contemplada en la normativa urbanística. Se trata del cubrimiento del edificio con una especie de piel de gres porcelánico, con la idea de solventar los problemas de climatización que tiene el inmueble, según informó el alcalde, Alberto Casero.

Ante las intervenciones de la oposición, el primer edil recordó que este edificio se pensó para trasladar a esta zona el mercadillo de los jueves. Sin embargo, cuando entró el PP en el Gobierno en Trujillo, se consideró que lo mejor era que se mantuviera en el centro. Además, reiteró que esa estructura cuenta con distintas deficiencias, ya que no cumple ni con la ley de accesibilidad ni con las sanitarias. Casero, igualmente, detalló que para la realización de las nuevas obras de adaptación, se han presentado 15 empresas al concurso público puesto en marcha, una de ellas de Trujillo. Recuerda que, entre las condiciones del pliego, se obliga a la entidad a contratar a diez personas de la ciudad, entre otros puntos.

En esta ocasión, las discrepancias de opiniones llegaron, sobre todo, entre el PSOE e IU. No solo se recordó la construcción de este edificio, sino también de la piscina climatizada que nunca se ha utilizado. El portavoz socialista, Fernando Acero, sostuvo que nadie en política llega para hacer las cosas de mala fe, aunque se puedan cometer errores. Insistió en que la idea de los socialistas era trasladar ese mercadillo y por ello se construyó el edificio. Asimismo, sobre la piscina, apuntó que, pudo haber cosas que no se hicieran bien. Sin embargo, cree que los populares no han puesto interés en ponerla en marcha. No duda de que Trujillo tiene entidad suficiente para tener una infraestructura de estas características.

El líder de IU, Joaquín Paredes, afirmó que se va a hacer una modificación de la norma para poner en valor algo que «se hizo rematadamente mal». Considera que son necesarios proyectos como el iGastrolab para recuperar «ese monumento al despilfarro». Asimismo, apuntó que otro ejemplo de construcciones mal hecha fue esa piscina climatizada, donde se invirtieron más de 600.000 euros.

Casero matizó que para recuperar esa piscina se necesitaría una inversión entre 250.000 y 300.000 euros. «Lo siento infinitamente pero no lo voy a hacer». Asegura que hay, antes, otras prioridades en la ciudad. A pesar de ello, avanza que se está trabajando para que esta construcción tenga un uso deportivo.