El programa de Unidos-Podemos está basado en ''en la escucha'' de los vecinos

Unidos-Podemos celebró anoche su principal acto de campaña en Trujillo, en las puertas del teatro Gabriel y Galán. Participaron Rosa Mogollón y Charo Ávila, candidatas al Congreso y al Senado por la provincia de Cáceres, junto a una de las dirigentes de Izquierda Unida en la ciudad trujillana, Belén de Miguel.

Mogollón explicó que la idea de este tipo de actos es analizar la situación del país, para que la población piense y reflexiones. Es suficientemente inteligente para saber lo que está pasando y tomar una decisión, dijo. En este encuentro, Mogollón también recordó que el programa de Unidos-Podemos no está hecho por cuatro mentes privilegiadas, sino por la gente. Está basado en la escucha de los vecinos y las vecinas. Asimismo, manifestó que las medidas planteadas están fundamentadas jurídicamente y económicamente, de tal manera que se dice qué leyes hay que hacer y cuáles deroga, así como de donde debe salir el dinero para realizar todo lo que se dice. También remarcó que hay un programa específico de la cultura y destacó la importancia de la identidad de los pueblos. No tiene dudas de que la mejor encuesta será la del 26J. Una campaña es poner a disposición de las personas lo que sabemos y explicarlo. Añadió que el trabajo continuará a partir de lunes.

Su compañera, Charo Ávila, sostuvo que la ciudadanía está reivindicando que la voz de la población sea escuchada y llegue a las instituciones. De Miguel puso de manifiesto la necesidad de cambio, ante la situación que se han dado en los últimos años.

Ante de este acto, integrantes de Unidos-Podemos estuvieron en el mercadillo de los jueves para entregar programas y explicar algunas medidas. En esta visita, también participó el candidato al congrego por Cáceres, Pablo Rodríguez. Aseguró que, en ese recorrido por las poblaciones de la provincia, está viendo mucha ilusión por el cambio y así se lo están transmitiendo. Recordó que, tras las Elecciones Generales, hay quienes apuestan por la posibilidad de pactar para un Gobierno de cambio y otros prefieren quedarse anquilosados y siguiendo las consecuencias de la crisis.