El Día de la Paz reúne a los escolares

No hay mejor excusa para que alumnos de los colegios e institutos de la ciudad se reúnan que celebrar el Día de la Paz y la No Violencia Escolar, una tradición que no falta cada año. Así lo demostraron ayer con pancartas, canciones y buenos propósitos. Como novedad, en esta ocasión, se unieron por primera vez usuarios de Aspace. La actividad estuvo coordinada por el colegio María Paz de Orellana, en colaboración con el resto de centros y apoyados por la Concejalía de Educación. El lema fue la paz está en nuestras manos.

La propuesta comenzó con una marcha de los más mayores desde la plaza del Campillo hasta la plaza Mayor. Muchos de ellos portaron litros de leche u otros productos forrados con papel y con mensajes alusivos al motivo de la jornada. Una vez que llegaron a la plaza, realizaron el muro de la paz. Cuando se acabó la actividad, estos litros o alimentos se entregaron a Cáritas Trujillo.

Mientras los mayores hicieron esa marcha, los más pequeños se situaron en las escalinatas de la plaza. Todos ellos portaron un colorido molinillo, según se acordó en las reuniones previas para llevar a cabo la jornada. Asimismo, estudiantes de ciclos formativos estuvieron animando con diversas y llamativas imágenes gigantes.

Mientras todos, grandes y pequeños, se situaban alrededor de la zona acordonada, numerosos familiares no perdieron ojo a lo programado. También estuvieron autoridades municipales, así como el inspector de Educación, Diego Agúndez.

El acto central comenzó con las palabras del alcalde, Alberto Casero. Apuntó que los estudiantes también son responsables de llevar la paz a los colegios. «La paz es respetar la diferencia, es respetar aquello que es distinto a nosotros, es trabajar con todos juntos, independientemente de cuál es su origen, su condición, su color de piel». Recordó que en la diferencia está la riqueza de nuestros pueblos.

Después, representantes de los institutos, colegios y del centro Aspace leyeron sus respectivos manifiestos. Algunos eligieron un poema del ensayista y poeta británico W. H Auden. Otros apostaron por elaboraciones propias.

Hubo menciones a grandes pacifistas, como Gandhi, Dalai Lama y la joven Malala, entre otros. En esas lecturas, se destacó los derechos humanos y los gestos para hacer la vida más justa y sencilla. También se habló del compromiso que tiene cada uno para fomentar la paz, la generosidad y la solidaridad. Una novedad fue la lectura en inglés y en español de uno de los manifiestos.

Esta celebración se completó con la interpretación de una canción de los alumnos de sexto de Primaria del María Paz de Orellana mediante lenguajes de signos y pictogramas.