El modisto Enrique Elías plantea llevarse el museo del traje a otra ciudad

El modisto trujillano, Enrique Elías, cumplió en 2015 uno de sus anhelos. Fue la puesta en marcha del museo del traje, que lleva su nombre, en el Conventual de San Francisco, tras un acuerdo con el Ayuntamiento. Ahora, asegura se está planteando llevarse este proyecto a otra ciudad, ante la falta de apoyo de los dirigentes políticos. Desde el Ayuntamiento, se insiste en que ese apoyo es el mismo que en la anterior legislatura.

Elías recuerda que en este museo se concentran 50 años de profesión. Sin embargo, «no veo ninguna salida». Matiza que no se trata de pedir dinero, sino de tener una ayuda para que estas instalaciones no estén cerradas. «Si hoy no estoy aquí, no se abre». Indica que permanece cerrado desde el 28 de diciembre, excepto dos días. Esta situación ya ha sido expuesta al Ayuntamiento y «dicen que no tienen personal». También pide que haya un mejor mantenimiento de las instalaciones, que son municipales. Todo ello se une a la falta de detalles para propiciar que tenga más visitantes, como cartelería informativa en el exterior.

Ante esta circunstancia, este modisto considera que los dirigentes deberían apoyar a las iniciativas que atraen turismo. «Esto también es cultura». Insiste en que no le faltan propuestas para llevar el museo en otra ciudad.

Recuerda que en estas instalaciones cuenta con cerca de 80 trajes expuestos. Además, tiene otros muchos guardados, junto a una colección de trajes regionales. Entre otros, se pueden ver el traje de boda de la reina de Bulgaria, además de uno de Inma del Moral, así como de Isabel Pantoja y la duquesa de Alba entre otros. El más antiguo es de finales de 1800.

El concejal de Cultura, Enrique Borrega, insiste en que el museo del traje cuenta con los mismos recursos municipales que en la anterior legislatura. Por tanto, dispone de personal para abrirlo. Tan solo no se ha mantenido días puntuales cerrados. Borrega reconoce que ha hablado con Enrique Elías. «Quería unas exigencias económicas hacía su persona», que no se pueden cumplir, no solo por la mala situación económica del Consistorio, sino también porque no es legal, añade.