

Besos y abrazos de numerosas personas, muchas de ellas llegadas en siete autobuses de distintos puntos de Extremadura. Así fue recibido y despedido este domingo el precandidato a la secretaría general del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, en el primer acto de precampaña, bajo un sol primaveral, celebrado en el paseo Ruiz de Mendoza de Trujillo. Gallardo, que no se cansó de saludar a los militantes, estuvo acompañado por el líder socialista trujillano, José Antonio Redondo, así como la alcaldesa de Calamonte, Lola Enrique y quien fuera consejera de Cultura, Nuria Flores.
En su intervención, reconoció que ese acto no se hbía hecho por casualidad en la ciudad trujillana. Recordó que desde 1987 hasta 1993, se celebró en esta localidad cacereña la fiesta de Extremadura. «Empezábamos a quitarnos la mochila, esa que tanto nos ha pesado a lo largo de la historia». Asimismo, puso de manifiesto que el acto se hizo en un lugar abierto, porque, «de forma simbólica, es donde queremos volver, a la plaza de los pueblos».
El aspirante a la secretaría general del PSOE extremeño insistió en que uno de sus objetivos es cambiar el partido. De igual forma, puso de manifiesto la importancia del municipalismo y la militancia. En este sentido, tuvo un recuerdo especial para Charo Cordero, quien fuera alcaldesa de Romangordo y presidenta de la Diputación de Cáceres.
Gallardo se comprometió, además, a que si lidera el PSOE extremeño será «un partido autónomo, que defienda a Extremadura siempre, para ser capaz de ir en contra del infundio que dice la derecha en Extremadura» y siendo leal al Partido Socialista. Asimismo, apuntó que para ser secretario general «no va a ser participe ni de cuotas ni de pasteleos». Por ello, prefiere no pensar que «algunos proyectos se conformen para intentar frenar al que sabe que va a cambiar el Partido». Además, quiso dejar claro que el PSOE de Extremadura «va a ser de la gente y no de sus dirigentes», basado en la ilusión y en la esperanza.
Reconoció también la relevancia que tiene el haber sido concejal y alcalde durante años. Aseguró, además, que, si no tiene el respaldo de la militancia, «yo no voy a molestar, yo ayudaría al compañero, ganando desde Villanueva de la Serena. Nunca estaría en la ejecutiva para frenar, para molestar». En ese sentido, pidió lo mismo para el resto de compañeros. «No pueden estar condicionando ni por cuotas ni por porcentajes». Además, indicó que, en la actualidad, se vive el peor momento del partido. Por ello, no entiende que haya gente que reparta cargos. En su caso, lo único que va a repartir son «cargas de trabajo».
En esta intervención, también apuntó que la papeleta de los militantes, el 2 de marzo, es la misma que la del aparato. «Yo no puedo criticar al aparato. Yo quiero y aspiro a ser aparato, pero un aparato que no presione a militantes, sino que presione a Guardiola».
Por su parte, José Antonio Redondo pidió que, cuando se termine el proceso de primarias, hay unión en el partido.
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