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LMaría Luisa López Rol, revisando los artículos de La Opinión JSP
Medidas contra la pandemia se repiten 103 años después

Medidas contra la pandemia se repiten 103 años después

hISTORIA ·

Aspectos tenidos en cuenta durante esta crisis sanitaria ya se vivieron en 'la gripe' de 1918 y así lo recogía el semanario local La Opinión

Sábado, 2 de enero 2021, 10:06

El Gobierno decidió suspender las ferias y espectáculos públicos que conllevasen aglomeraciones. También se procedió al cierre de establecimientos de enseñanza pública y a suspender el inicio del curso en el Instituto y Escuela Normal.

En 2020, estas medidas no han sido desconocidas para la ciudadanía por culpa del coronavirus. Sin embargo, se trata de decisiones que se tomaron el 27 de septiembre de 1918, con la llegada de la última pandemia de la historia reciente y que afectó considerablemente a algunos pueblos de la comarca de Trujillo. Precisamente en esa fecha fue cuando se declaró como epidemia en la provincia –no pandemia– por el gobernador del momento, Juan Polo. Algo más de cien años después, la historia, en algunos aspectos, se repite.

Estos y otros datos han sido facilitados por la archivera municipal del Ayuntamiento de Trujillo, María Luisa López, tras el seguimiento de aquel año en una de las publicaciones locales más relevantes que ha tenido la ciudad trujillana, como era el semanario La Opinión, que nació en 1912. Reconoce que, en sus diferentes números, se ofrece información llamativa al respecto.

Inicio

Ya, en junio de 1918, comenzaron a darse casos de la gripe o 'la enfermedad de moda', como se la conoció en un principio, sin más consecuencias que la fiebre alta. Se detalló la posible entrada de la enfermedad a la ciudad. «La mayoría de las familias alojó en sus domicilios la gripe, llamada 'el soldado de Nápoles', que por fortuna no tuvo otras consecuencias que hacer guardar cama a los afectados uno o dos días durante el periodo de fiebre». En este semanario, según los expertos, se recomendaba el agua de naranja y, una vez que bajara la fiebre, café con leche.

Hace más de un siglo también hubo polémica sobre el origen de esa gripe, con opiniones de diferentes eminencias. Asimismo, continuamente se hacía mención a las medidas de higiene como mejor forma de prevención. En el caso de 1918, no se hablaba tanto de mascarillas o lavarse las manos como ahora, sino de la desinfección de la boca y las vías respiratorias varias veces al día. Se pedía que «los esputos serán arrojados en escupideras que contengan líquidos desinfectantes». Además, las habitaciones de los enfermos debían ser amplias y ventiladas.

Ya, a finales de septiembre de 1918, se prohibió en los pueblos contaminados toda clase de fiestas, espectáculos, reuniones y aglomeraciones en lugares confinados donde se multiplicaban los contagio, así como las ferias y mercado. Se trata de medidas ahora muy presentes, sobre todo, con la aparición de la tercera ola de la covid.

La Guardia Civil

También se pedía a las compañías ferroviarias establecer puestos de desinfección en estaciones como Navalmoral de la Mata, Arroyo, y Valencia de Alcántara. Asimismo, se solicitó reconcentrar a la Guardia Civil en la frontera portuguesa para impedir la entrada a portugueses sin que fueran desinfectados.

A lo largo de las distintas informaciones, no solo se habla de medidas, sino también de las molestias, perjuicios e, incluso, quejas que conllevaban las disposiciones, ya que «se ven privados de sus elementos de vida», se detallaba en La Opinión del número del 3 de octubre.

En cuanto a los contagios, se indicaba que Trujillo «es uno de los pueblos más higiénicos de España, que cuenta con abundancia de aguas para el riego y limpieza de sus calles y buen alcantarillado». No obstante, se resaltaba que el alcalde y la junta local de Sanidad se encargaban de otras medidas para evitar la propagación «del mal». De ese modo, en varias ocasiones, se alababa la labor del mandatario trujillano al respecto. A partir de octubre, se establecieron dos estaciones sanitarias, una para la ciudad y otra «para el arrabal de Ánimas» para la «fumigación y aspiración» de las personas que llegasen de fuera.

Datos

A lo largo de los últimos meses del año 1918, los datos en la ciudad trujillana de contagios eran «satisfactorios». Quizá, la peor situación se dio en Huertas de Ánimas. En octubre, se contabilizaron en ocho días ocho fallecimientos por esa llamada gripe. Aunque fue anormal, no se catalogó como situación «alarmante», por su número de habitantes, que excedía de los 4.500. En ese momento se decidió que se fumigarían en sus estaciones sanitarias todas las personas que tuvieran que entrar en la población trujillana, aunque fueran de sus arrabales. Si no tenían la papeleta de esa fumigación, podían ser multados con entre 5 y 25 pesetas. «Espero la sensatez de este vecindario», detallaba el alcalde en un bando.

Las poblaciones más castigadas por esta epidemia en ese momento fueron Logrosán, Cañamero y Montánchez, así como Herguijuela, que registraron numerosas defunciones. También un caso llamativo fue Zorita, donde hubo durante un tiempo once y doce defunciones diarias. 103 años después, alguna de estas poblaciones también están siendo castigadas por la covid.

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