Los mayores de Huertas de Ánimas reivindican que se solucionen los problemas de su centro
Los dirigentes de este colectivo recuerdan que estas instalaciones llevan un año cerradas
La asociación de mayores de Huertas de Ánimas, que cuenta con cerca de 160 socios, reivindica al Ayuntamiento que se solucionen las problemas que presenta su centro, de titularidad municipal. Estos dirigentes recuerdan que las mejoras fueron prometidas por el equipo de Gobierno. Sin embargo, pasa el tiempo y no todas se han ejecutado.
Su presidente, Miguel Mariscal, resalta que estas instalaciones, cedidas por el Ayuntamiento, llevan ya un año cerradas, lo que conlleva que muchas personas de avanzada edad, que tenían este lugar como único punto de encuentro, no salgan de casa. Además, detalla que, por segundo año consecutivo, no podrán celebrar en este espacio el día de su Patrona, el 8 de diciembre. Lo único que están valorando es que se pueda celebrar la misa en estas dependencias.
Mariscal reconoce que el Consistorio ha ejecutado una serie de obras necesarias. Sin embargo, lamenta que se hayan dilatado en el tiempo y que no se hayan incluido otras mejoras, como el cambio de marcos y puertas ya deterioradas. Apunta, además, que se pidió que, de forma paralela, se hubiesen llevado a cabo otros trámites para poder mantener abiertas estas instalaciones de forma diaria, como la licitación para la gestión del bar, proceso que todavía está pendiente. También están a la espera de mejoras en las instalaciones eléctricas de la cocina. Recuerda igualmente que hace unos meses les prometieron que se iban a instalar climatizadores por vía de urgencia, pero «al día de hoy no se han puesto».
Los domingos
Este dirigente explica que, antes de las obras, estas instalaciones se utilizaban los domingos de forma precaria, con el fin de que las personas más mayores pudieran salir de sus casas. Los propios miembros de la directiva preparaban café o chocolate con los medios que tenían, ya que el bar lleva un tiempo sin funcionar. Los directivos Insisten en que, si no se tiene este centro activo, esas personas «están condenadas a no salir de sus casas». Con las instalaciones abiertas y el bar en funcionamiento, se desarrollaban otro tipo de iniciativas. De hecho, recuerdan que también era un sitio donde los mayores compartían tiempo con sus hijos y nietos, y ahora no pueden hacerlo.
Ante esta situación, «ya no sabemos por dónde tirar. Estamos desilusionados, decepcionados y nos han mentido», apunta Mariscal. Insiste en que todos los trámites se han dilatado en el tiempo. Por ello, reivindican el Gobierno local la recuperación de este centro en unas condiciones dignas y que se aceleren los trámites necesarios. «Dicen que el problema es la Administración, pero la Administración son ellos. Por tanto, no hay voluntad de hacer nada por los mayores», añade.
