Los primeros participantes aparecieron pasadas las 11.00 horas, según explican algunos vecinos, que no quisieron perderse el evento. Se trató de la jornada de grabación de una de las pruebas exteriores de MasterChef Celebrity 10, que tomó este miércoles la plaza Mayor trujillana. De hecho, gran parte del espacio ha estado acordonado con vallas, salvo en determinados lugares donde había negocios. En algunos puntos, se situaron policías locales para regular el paso de vecinos y turistas e informar sobre los accesos a los sitios deseados.
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Las cocinas del talent show culinario se han instalado en el centro de la plaza para hacer las elaboraciones de los platos indicados. Además de los concursantes, asistieron esta mañana la presidenta de la Junta, María Guardiola; la alcaldesa, Inés Rubio, así como el chef del restaurante Atrio, Toño Pérez, quienes se acercaron a saludar a las decenas de curiosos que se situaron en una zona de la plaza para seguir el desarrollo del concurso. Posteriormente, saludaron a los jueces, Samantha Vallejo-Nájera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez.
Mientras se llevaba a cabo la prueba de exteriores del programa de TVE, representantes de colectivos sociales y deportivos, así como algunos empresarios se reunieron en el Palacio de los Duques de San Carlos. Allí degustaron un cóctel. Minutos antes de las 15:00 horas, se trasladaron a una zona de la plaza Mayor, donde ya estaban colocadas las mesas y sillas para probar los platos preparados por los concursantes. En esta ocasión, también se instalaron sombrillas para protegerse del intenso sol de la jornada. Cabe recordar que la representación extremeña en esta edición recae en la cantante Soraya Arnelas y el mago Jorge Luengo.
Aunque la grabación estuvo a la vista de vecinos y turistas, se intentó que el público no hiciera fotografías ni vídeos para evitar revelar qué concursantes seguían en este talent show. De igual forma, los comensales tuvieron que firmar un acuerdo de confidencialidad. Se les pidió no divulgar, comunicar, exhibir o difundir ninguno de los materiales audiovisuales a los que, por cualquier circunstancia, pudieran acceder, ni en su totalidad ni parcialmente. Además, en la firma del pacto, aceptaron no portar ningún dispositivo de captación de imágenes o sonido, incluidos teléfonos móviles, para preservar la discreción del programa.
Durante el desarrollo de la grabación, hubo quejas de vecinos y determinados empresarios por mantener cerrada la plaza Mayor y por la dificultad de acceder a diferentes lugares.
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