Justo ahora

Justo ahora, cuando todo nuestro mundo parecía ir perfecto, cuando la mayor prioridad de mucho de nosotros era cubrir todo aquello 'que necesitamos' dejándonos llevar por la rutina que nos hacía sentir seguros y que todo estaba bajo control.

Justo ahora, que aparentemente éramos felices; justo cuando nos movíamos en nuestra zona de confort; justo ahora, en este momento, sin saber muy bien cómo ni por qué... la vida se sacude, cual perezoso aburrido del letargo y hace tambalear todo tu pequeño mundo el cual creíamos sin horizontes.

Justo ahora en un mundo donde puedes estar en cualquier sitio con un solo clic y ahora, justo ahora cuando te tambaleas te sientes más solo que nunca.

Justo ahora, cuando nuestro mejor compañero, durante los últimos años, ha sido nuestro smart phone y justo ahora en este terremoto sientes que tu teléfono no puede darte aquello que necesitas. Sí, es cierto que él hace fácil ver a tus seres queridos con una videollamada, cenar con ellos sentados a la mesa a través de tu teléfono o televisión, escuchar su voz desde la otra punta del mundo pero hoy más que nunca sientes la frialdad de su tacto. Nos hemos conformado con un whatsapp rápido para saludar y cumplir con nuestros seres queridos. Con una simple fotografía desde tu sillón para desear las buenas noche y hemos ido alejando esos gestos sencillos, fáciles y 'vulgares' que hacían que sin darte cuenta tu vida fuera mucho mejor y que, justo ahora, no están dentro de nuestros actos cotidianos.

Hablo de los abrazos, las caricias y los besos. Y es que ahora nos venden que no hacerlo es de valientes y salva vidas pero, justo ahora quizá la mayoría de nosotros nos estemos dando cuenta de cuántos abrazos perdidos hemos dejado atrás, de cuántos abrazos adeudas a tus seres queridos y podrás recuperar por muy rápido que los quieras dar a partir de ahora.

Y es que sin ser conscientes, según numerosos estudios, el abrazo tiene efectos tan positivos como cualquier medicina: «liberan hormonas que nos hacen sentir queridos y protegidos; transmiten fuerza, seguridad y sensación de bienestar, reducen la presión arterial y el estrés y refuerza nuestro sistema inmunológico» y saben qué, aunque nos parezca mentira no hay que descargarlos, no necesitan una app y son gratis, sí ¡son gratis!

De todo esto nos damos cuenta justo ahora, cuando un ser querido te dice que lo único que necesita es un abrazo pero no podemos darlo, justo ahora, en este profundo vacío, tu mundo se agita un poco más y te pone a prueba arrebatándote a otro ser querido a quien por mucho que quieras no te dejan darle ese adiós que todos deseamos, justo ahora deseas más que nunca darle ese último abrazo.

Pero, nunca es mal momento para hacerlo y sin lugar a dudas, ¡hoy es un buen día para comenzar!

Aunque ya no estés aquí ¡va un fuerte abrazo!