

La Junta de Cofradías y Hermandades Penitenciales no podrá llevar a cabo todas las actividades que tenía diseñadas para la Cuaresma y Semana Santa, debido a los problemas de financiación. «La asignación económica que aporta anualmente el Ayuntamiento de Trujillo no va a llegar, al menos, hasta después de Semana Santa». Así lo detalló este lunes, en rueda de prensa, el presidente de la entidad, Manuel Quesada, quien criticó a la alcaldesa por falta de voluntad y de compromiso para solucionar los problemas surgidos.
Quesada explicó que la Administración local siempre ha colaborado con una aportación económica para potenciar las actividades que se llevan a cabo en esta época. Esa cuantía, a lo largo de los años, ha ido en aumento, «a medida que la Semana Santa ha ido creciendo en importancia», mejorando así la seguridad, su atractivo y la difusión, explica. De este modo, la aportación municipal se ha convertido en el 75% del montante económico con el que se trabaja, aunque no es la única financiación que se recibe, aclara Quesada.
Con este antecedente, este dirigente explica que se adquirió un compromiso con el actual equipo de Gobierno de mantener la aportación de 10.000 euros de la anterior legislatura, ya que «entendían que la Semana Santa es una celebración preferente en la ciudad y comprendían la necesidad de apoyar esta celebración». Sin embargo, ya el año pasado, «costó bastante» que se firmara el convenio que regula esta aportación. Tal es así que algunos miembros de la directiva tuvieron que adelantar 2.000 euros de sus cuentas personales para hacer frente al pago de la banda que participó en el pregón. Además, algunas acciones se tuvieron que posponer, ya que el dinero comprometido no llegó hasta una semana antes de esa Semana de Pasión.
Quesada señala que, con el fin de evitar problemas de la edición pasada y mejorar la comunicación con la Administración, se creó una mesa de trabajo, que comenzó a funcionar desde septiembre. «Una de las cuestiones que abordamos desde el mismo mes de septiembre era la aportación económica del Ayuntamiento, pues de esto dependía la planificación». La idea era firmar un nuevo acuerdo. Sin embargo, este dirigente señala que, según la información facilitada por el Ayuntamiento, «con los presupuestos municipales prorrogados no se puede firmar el convenio». Este dirigente reconoce que no se entiende esta medida, puesto que el año pasado se estaba en esa misma situación y sí se pudo llevarlo a cabo.
Ante hecho, desde la Junta de Cofradías se ha buscado una fórmula para la concesión directa de una ayuda. «Se requiere que se justifique que el destino de la subvención es para la realización de actividades que tengan interés público, social, económico o humano». Esta opción fue presentada a la alcaldesa. Sin embargo, «desechó por completo nuestra propuesta porque entendía que no se ajustaba al precepto regulado por la ley, o sea que la Semana Santa no tiene un interés público, social, económico o humanitario», asevera Quesada.
Este representante matiza que existen diferentes municipios que utilizan el precepto de la ley de subvenciones propuesto por la Junta de Cofradías. Asimismo, tras una reunión con técnicos municipales, se considera que «lo que falta para solucionar este problema es voluntad política». Al final, se ha solicitado, siguiendo las instrucciones dadas en el Ayuntamiento, que la corporación municipal reconozca ese interés público, social y económico de la Semana Santa.
Quesada, en esta rueda de prensa, también pone de manifiesto que, desde el equipo de Gobierno, se ofreció utilizar una subvención de 5.000 euros de la Diputación de Cáceres para paliar esta situación. Para ello, «tendría que encargarse de gestionarlo directamente el Ayuntamiento, es decir, que ellos se encargarían de contratar a la banda del pregón o de sacar a licitación las flores, por poneros un ejemplo, con la oportuna instrucción del expediente y toda la burocracia que ello requiere». Esta opción ha sido rechazada, «viendo cómo están gestionando nuestro convenio, en dejar en sus manos algo tan importante como el pregón de Semana Santa».
Quesada también critica que, con las subvenciones que recibe la Administración local, se está imputando una serie de gastos a la Semana Santa que, en realidad, son gastos encubiertos de otra fiesta de Interés Turístico Regional, como es el Chíviri.
A pesar de los inconvenientes y de que no se puedan hacer algunas propuestas en las que se lleva trabajando en el último año, Manuel Quesada quiere mandar un mensaje de tranquilidad: «La Semana Santa, a pesar del Gobierno, está asegurada puesto que los gastos básicos, como siempre, los afrontaremos con la ayuda que nuestros cofrades, los empresarios y los comerciantes trujillanos nos ofrecen año tras año y que en estos últimos años es lo que nos está salvando para mantener las celebraciones de Cuaresma y Semana Santa».
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