Imagínate

Imagínate que vuelas, todo el horizonte es tuyo, piel con piel, humo y espacio en todas las latitudes, la nieve, el viento en tu cara, la luz surgiendo entre las sombras, abanicos de colores en el horizonte, la vida surgiendo por doquier. Debajo el suelo enorme, verde y oblicuo, titánicas montañas cubiertas de esmeralda y agua. Árboles por doquier, comienza la aventura, sería el primer día después de la oscuridad que te cubre.

Imagínate que vuelas o que nadas, en las prístinas aguas de la inocencia y que sus cristalinas gotas mojan tus mejillas al compás del ruido suave por tus brazadas por el mundo. La luz por encima y a tu lado el viento que mueve las olas y el susurro de la playa.

Imagínate que vuelas o que nadas o que reptas por la tierra, orillando el primer suspiro bajo las raíces del vetusto árbol que se afirma a tu lado. Que ves al barro forjando, en la tierra, la raíz de la primera flor que amenace en el otero.

Imagínate que vuelas o que nadas o que reptas bajo la tierra.

Imagínate que eres la humanidad: ¿La humanidad? No, la humanidad mejor no. Comencemos de nuevo este viaje.