El III torneo de prebejamín de fútbol sala reúne a casi un centenar de menores

La práctica de un deporte se unió este domingo a la convivencia entre menores y familiares, todo ello aderezado con un buen ambiente en las gradas. Se trató de la celebración del III torneo probenjamín futbol sala Trujillo, organizado por el C. F. Trujillo. Contó con cerca de un centenar de menores repartidos en ocho equipos, procedentes de clubes de referencia del panorama regional. Participaron la escuela de la UP Plasencia, CP. Flecha Negra, AD Ciudad de Plasencia, Academia Extremadura, AD Mérida, CP Vedruna y Colegio Sagrado Corazón de Jesús, además del equipo anfitrión. Al final, el equipo de Amendralejo se hizo con la victoria del torneo, tras ganar el Trujillo en la final, por 2-1.

Dos de los principales promotores de este torneo han sido los entrenadores David Sancho y Jorge Rojo. Este último reconoce que este tipo de propuestas se hace para que los niños disfruten. Detalla que siempre se intenta atraer algunos de los mejores equipos de la región. También pone de manifiesto la participación de los dos equipos de la localidad, ya que «es importante que las formaciones de Trujillo estemos unidas».

Rojo resalta que se pusieron a trabajar para organizar este torneo hace alrededor de dos meses. A pesar de ello, reconoce que cuando se ve que los menores disfrutan, junto a sus familiares y que los entrenadores destacan que les ha gustado la iniciativa, «merece la pena el esfuerzo realizado». Para que todo salga con normalidad, este responsable igualmente destaca el apoyo de algunos jóvenes, así como determinados padres y directivos. «Entre todos hacemos posible que el torneo salga adelante». Reconoce que la idea es que esta competición tenga continuidad y que puedan participar los mejores equipos de la región.

El recién nombrado presidente de club, Ángel Díaz, explica que este tipo de iniciativas hace que se ponga en valor el deporte base. Matiza que, más que un torneo, es una jornada de convivencia con todos los niños procedentes de distintos puntos de la región. «Lo podemos definir como un hermanamiento entre clubes de la región», sostiene.

Díaz asimismo pone de manifiesto que la base es uno de los pilares del club. «Al final el club se sustenta de esos niños y de los familiares, que le dan valor y no solo del equipo de Tercera División, que también. Los niños son el mayor valor de un club deportivo».

La siguiente actividad es una convivencia el 10 de junio, que se hará en el campo de San Lázaro.

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