Borrar
OGP
Reflexiones desde la ventana

Mi humilde puerta

«¡¡Encantado te abriré, entrarás y descansarás, / enseguida te darás cuenta que solo siendo persona, / se puede disfrutar de lo humilde y lo sencillo!!»

Olegario González Prado

Domingo, 28 de junio 2020, 16:30

Si un día te pierdes y llegas a mi puerta

de paja de centeno, de madera y de retama.

Esa es la puerta de mi choza, 'mi castillo'

Sedimento decantado en la memoria,

de momentos de grandeza en mi pobreza.

Resultado del ingenio como tal.

Sin olvidar ni renegar que fuimos barro.

Que conseguimos transformarnos en materia

y con ella el silicato en nuestra mente,

Ilusorio fortalecedor de la conciencia.

Pues nada es cierto ni mentira ante la duda

mientras la miseria y la opulencia

continúen presentándose en mi puerta

disfrazadas de formulas nosománticas

intentando mitigar la realidad con el engaño

Empirismo en desuso, como el adobe.

Donde el sol ya no reconoce el elemento.

Donde el azul de la turquesa queda entredicho.

Si será más puro en el mar,

o en nuestro sueño celestial

cuando se apaga dulcemente nuestra vida.

Mientras, vamos consumiendo una existencia.

fermentada en ambiciones e ignorancias.

Somos pura analogía del viento que precede

al huracán y al rayo en la tormenta.

Imprevisible cuando aparece de la nada

ante nosotros sin refugio en tierra extraña.

Ontología poética rebelde a teorías sofisticadas

Civilizadas, metafísicas y filosóficas.

¿Qué otra cosa podríamos ser, sino personas,

humanos, o solo materia…?

¿Procederemos de un parto de partículas

sin nombre…?

O tal vez puro azar de células aleatorias errantes

cuyas esporas deambulan buscando el apellido

de un padre que no existe.

El gran error, terrible error, imperdonable error.

Somos dúctiles, propicios a ser usados y mal tratados

basándonos en la ciencia y el progreso en el poder

y por si fuese poco, han descubierto el átomo

ojalá sus combinaciones no se radicalicen en mas

miseria, mas pobreza, mas ignorancia, mas engaños

mas mentiras,- menos conciencia y menos amor.

Sin al menos un final que nos haga comprender

¿Y todo esto para qué…?

Si un día llegas a 'mi humilde puerta'

con esta lección bien aprendida y me lo cuentas.

¡¡Encantado te abriré, entrarás y descansarás,

enseguida te darás cuenta que solo siendo persona,

se puede disfrutar de lo humilde y lo sencillo !!

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Mi humilde puerta

Mi humilde puerta