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Reflexiones desde la ventana

Humildad

«En estos meses de confinamiento, hemos aprendido a necesitarnos, deseamos tocarnos, abrazarnos y, sin embargo, no acercamos posturas en pos de una Educación sólida, de calidad y de futuro»

JESÚS BERMEJO BERMEJO

Martes, 16 de junio 2020, 08:27

A Luis le encanta dar naturales a última hora. Siempre encuentra esa historia paralela con la que entusiasmar a sus alumnos/as. Los 'Moáis de la Isla de Pascua' se han convertido en el 'hilo conductor' de tantos aprendizajes que los ha adoptado para su Programación Didáctica. Luis es maestro interino, sé que jamás hablará en ningún medio sobre su experiencia este año ni de cómo se contempla el Sistema Educativo de cara a una crisis en la que, precisamente, se debe pujar fuerte por la educación como salvadora de las desigualdades que están por venir. Sé que su humildad y sencillez harán que siga trabajando para y por sus educandos aunque lleve poco tiempo con ellos/as. Por eso hablaré yo.

No sé qué edad tiene pero nada se le pone por delante; si entra en una clase la llena por completo y su nombre resuena, para bien, en las conversaciones de los familiares de los pupilos. En los colegios donde ha estado todos los miembros del equipo directivo le recuerdan con una alabanza. Porque su calidez y su entusiasmo contagia, como un virus pero del bueno.

Le conocí en junio de 2016 en el Instituto San Fernando de Badajoz, el primer día de las oposiciones. Estábamos en el mismo tribunal, yo estaba hecho un amasijo de nervios y él no paraba de darme ánimos, sin conocerme siquiera. Solo lleva cinco años como maestro pero ya ha probado dos centros de difícil desempeño, escuela para adultos, dos primeros, dos sextos, un segundo… y el colegio más cerca de su casa ha sido a 50 kilómetros.

Este año se ha movido bastante: Gargayuela, Zalamea de la Serena, Zafra, Trujillanos y Cáceres donde, en marzo, de un día para otro, se cerraron los Centros y empezaron a 'ponerse las pilas' con la educación a distancia, «¿y eso como puede ser?», pues a través de Rayuela, Gmail, Telegram, Zoom, Classroom y un sinfín de aplicaciones y plataformas que no conocía y a las que se han tenido que adaptar y actualizar toda la comunidad educativa.

Es esta una época contradictoria con instrucciones y leyes que intentan desenvainar la hipotética estructura ideal de la enseñanza telemática, pero ambos sabemos que es imposible, que las emociones no se pueden palpar a través de una pantalla; que el análisis de la información en el aula solo es posible cuando enfrentamos los conocimientos y los ponemos sobre el lienzo de la clase, en la relación de las ideas que estructura y cataloga el/la profesor/a. Y sobre ese momento mágico los conocimientos y el aprendizaje deambulan en el aire y se convierten en el apasionante dialogo de la educación. Entonces, para explicarlo, para intentar transmitirlo al mundo de la burocracia y la legalidad, nos inventamos las competencias, los objetivos, los contenidos, los criterios de evaluación… y pretendemos transmitirlos, transversalmente claro, a una pantalla o a un email para olvidar el referente académico y personal del maestro/a, único para sus alumnos/as.

Esto lo sabe bien Luis, que ha sido tutor de Primero y Segundo de Primaria en más de una ocasión. En esos cursos, para los/as niños/as TÚ eres su maestro, da igual que esté 'vigilando' el recreo la maestra de música o el de cuarto, si hay un problema van a buscarte a ti, a la sala de profesores o al confín del mundo si hace falta; solo a ti te quieren explicar lo que ha pasado, solo quieren que les cures tú, solo quieren oír tu voz tranquilizadora después de esos 'empujones'; tu presencia les da seguridad y entusiasmo para afrontar el reto de la vida más allá de sus familias. Esa dependencia inicial es la base de la autonomía, la responsabilidad, la empatía y el compañerismo que desarrollarán en cursos superiores… ¿Cómo se puede conseguir eso desde la distancia?

Es por ello que cada martes y viernes, Luis se pone delante de una cámara y graba a sus alumnos/as de tercero una vídeo-clase en un intento de colarse en sus casas y otorgar la máxima similitud a su condición docente. Con su vieja pizarra de las oposiciones, no puede evitar reírse pensando en quien puede estar observándole explicando el verbo, tipos de ángulos o materia y energía…

-Es imposible traspasar los sentimientos por los cables así que perdonadme- les dice.

Aun así Luis está contento, ha tenido mucha suerte, muchos de sus compañeros/as interinos han caído en 'saco roto' y no han podido incorporarse a nuevos centros. Nadie habla de ello, los medios se colman de los recortes en educación como arma arrojadiza entre partidos políticos y no se pondera el tema con la suficiente conciencia por solucionarlo. Se prevén movilizaciones como tantos años, las cifras se colocan sobre el tablero sin la conciencia de que cada ficha que se 'coma' es un paso atrás en el progreso educativo. En estos meses de confinamiento, hemos aprendido a necesitarnos, deseamos tocarnos, abrazarnos y, sin embargo, no acercamos posturas en pos de una Educación sólida, de calidad y de futuro.

Ese reto sigue en el tiempo y ya ha tenido varios 'coronavirus'. Esperemos que consigamos, también para la educación, las vacunas que se merece.

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