

¿Qué pueden tener en común estos dos conflictos tan distintos, uno imaginario y otro real, además de su fecha? Ambos ocurrieron en 1898 pero, además, la publicación del libro de H.G. Wells y el conflicto de Cuba que acabó con la época colonialista de España, tienen en común algunos de sus personajes: H.G. Wells, Orson Welles, y William Randolph Hearst en un relato entrelazado de biografías, que repasa algunos de los principales acontecimientos de los albores del siglo XX.
Contexto Histórico: La restauración borbónica
Gobernaba Alfonso XII en España y nos encontrábamos en una rara época de relativa estabilidad institucional en la que se había iniciado la construcción de un modelo liberal del Estado, al que se habían incorporado los movimientos sociales y políticos surgidos al calor de la revolución industrial. Era la restauración borbónica, que se inició en España a finales de 1874, tras el pronunciamiento de Martínez Campos y finalizó el 14 de abril de 1931 con la proclamación de la Segunda República.
En esta época, España se vio involucrada en una guerra colonial contra los Estados Unidos, que desencadenó una grave crisis moral, política y social debido a nuestra derrota y a la pérdida de las posesiones españolas de ultramar, que influyó notablemente en una de las generaciones literarias más brillantes de nuestra historia: la Generación del 98.
H.G. Wells, Verne y la carrera espacial
Mientras en España comenzaban a destacar Baroja, Azorín o Unamuno, en Gran Bretaña Herbert George Wells (1866 -1946) empezaba su carrera como escritor. Wells se hizo famoso por sus novelas de ciencia ficción y es considerado con Julio Verne precursor del género.
Las novelas de Verne y H. G. Wells fueron la inspiración del controvertido ingeniero aeroespacial Wernher von Braun, quién años después, tras construir para Hitler las 'bombas volantes' V2, que mataron a miles de civiles en Londres, acabó colaborando con los norteamericanos en la construcción de los cohetes Saturno que llevaron al hombre a la Luna en 1969.
La Guerra de los Mundos de H.G. Wells
La Guerra de los Mundos es una novela de ciencia ficción escrita por H. G Wells y publicada en 1898, que describe una invasión marciana a la Tierra. Es la primera descripción conocida de una invasión alienígena de la Tierra y ha tenido una indudable influencia sobre las posteriores y abundantes revisiones de esta misma idea. De la novela de Wells se han hecho adaptaciones a diferentes medios: películas, programas de radio, videojuegos, cómics y series de televisión.
Adaptación de Orson Welles (1938)
La novela fue adaptada por un joven locutor norteamericano llamado Orson Welles para crear un serial radiofónico que en su momento creó gran alarma social. Welles cambió algunos aspectos del argumento, incluso el lugar del primer aterrizaje marciano: Nueva Jersey.
Con la amenaza del nazismo como fondo, el programa se emitió en 1938 como noticiario urgente, lo que confundió a muchos oyentes provocando escenas de pánico entre los ciudadanos de Nueva Jersey y Nueva York, que creyeron que se estaba produciendo una verdadera invasión alienígena de la Tierra.
La ingenuidad de un público que aún no conocía la televisión contribuyó al éxito de la propuesta de Wells, demostrando el verdadero poder de los nuevos medios de comunicación de masas, aunque Wells tuvo que ofrecer disculpas públicamente a los radioyentes.
Más trágicas fueron las consecuencias de una posterior adaptación en 1949 en Quito (Ecuador). Además de que varias personas se suicidaron al escuchar la supuesta noticia, la emisión asustó y agitó tanto a la población local que cuando se enteraron de la verdad, provocaron un incendio en la emisora de radio que se saldó con cinco muertos.
Orson Wells y Citizen Kane
El ocurrente guionista del programa, George Orson Welles (1915- 1985) fue un actor, director, guionista y productor de cine estadounidense, considerado uno de los artistas más versátiles del siglo XX en el campo del teatro, la radio y el cine.
Alcanzó el éxito a los veintitrés años gracias a la obra radiofónica anteriormente mencionada, lo que le valió un contrato con el estudio cinematográfico RKO, que le otorgó libertad absoluta en sus realizaciones.
En 1941 Wells estrenó su película más exitosa: Citizen Kane y poco después, en 1946, durante el Macarthismo, fue acusado de comunista. Su carrera en Hollywood se estancó y se vio obligado a trasladarse a Europa, donde trabajó como actor para financiar sus producciones.
La acusación nunca fue verificada, así es que debido a su triunfo en Europa, en 1958 Welles pudo volver a Hollywood. Su fama creció tras su muerte en 1985 y ahora se le considera uno de los más grandes directores de cine y teatro del siglo XX. En 2002 fue elegido por el British Film Institute como el mejor director de la Historia del cine y Citizen Kane acabó siendo considerada por muchos como la mejor película que se ha rodado.
Citizen Kane
Citizen Kane, que fue la ópera prima de Orson Welles, ganó un Óscar al mejor guion original para Herman Mankiewicz (hermano del famoso director Joseph Mankiewicz) y para Welles. Ese sería el único Óscar conseguido por Welles en toda su carrera, a excepción del honorífico de 1970, aunque la cinta estuvo entre las candidatas al Óscar en otras ocho categorías.
Basada en la vida del periodista y multimillonario norteamericano William Randolph Hearst, la película fue dirigida, escrita, producida e incluso protagonizada por el propio Wells. La cinta relata la vida de un imaginario magnate de la prensa llamado Charles Foster Kane, personaje interpretado por Welles.
Al igual que en la carrera de Hearst, en la ficción, la carrera de Kane en la industria editorial nace del idealismo y del servicio social, pero evoluciona gradualmente en una implacable e insaciable búsqueda de dinero y poder.
William Randolph Hearst y el hundimiento del Maine
William Randolph Hearst (1863-1951) comenzó su carrera como periodista y la finalizó como magnate de la prensa estadounidenses, emergiendo como uno de los más poderosos personajes de la escena política y empresarial de dicho país. Hearst consolidó uno de los más grandes imperios empresariales de la historia, llegando a poseer decenas de periódicos además de revistas, editoriales, emisoras de radio y otras empresas
La historia de Hearst, llena de ambiciones, extravagancias y acciones despóticas y arbitrarias, sería llevada al cine por Orson Welles, aunque el propio Hearst trató de evitar que fuese estrenada, lo que influyó en su escaso éxito en taquilla. No obstante, además de ganar un Óscar, la película acabaría siendo considerada como una de las más extraordinarias obras del séptimo arte.
Inspirado por el trabajo de Joseph Pulitzer, Hearst fue el inventor de la prensa amarilla o sensacionalista, cuyo único objetivo es vender el mayor número de ejemplares posible sin tener en cuenta la veracidad u objetividad de lo que se publica. Su influencia en la época fue casi mítica gracias a poseer un enorme imperio periodístico del que formaban parte profesionales de la talla de Jack London.
En Cuba, en febrero de 1898, en medio de las revueltas entre el Gobierno y grupos independentistas cubanos apoyados por EEUU, el acorazado estadounidense Maine explotó en el puerto de La Habana provocando 266 fallecidos.
España era la menos interesada en provocar a los norteamericanos, pero fue Hearst quién nos señaló como culpables de un supuesto sabotaje e instó al presidente estadounidense McKinley a iniciar una guerra contra los españoles, algo que el gobierno estadounidense no tenía en mente.
Aunque nunca hubo pruebas de una conspiración, tampoco las hubo de la participación española en el atentando. Lo que sí está documentado es que casualmente el propio Hearst visitó el Maine cuatro días antes del desastre, así como su fama de 'fabricar' noticias para incrementar las ventas de sus periódicos
La Guerra de Cuba. La muerte de un imperio y el nacimiento de otro
Finalmente, la guerra facilitó a Estados Unidos el dominio del Canal de Panamá y precipitó la pérdida de las últimas colonias españolas de ultramar, además de incrementar los ingresos de Hearst mediante la venta de periódicos con las noticias de la guerra.
Al final del conflicto, España fue derrotada y la isla de Cuba se proclamó república independiente, pero quedó bajo tutela de Estados Unidos, así como de Puerto Rico, Filipinas y Guam, que pasaron a ser de facto colonias de Estados Unidos.
En Filipinas, la ocupación estadounidense degeneró en la guerra filipino-estadounidense de 1899-1902. El resto de las posesiones españolas de Extremo Oriente serán vendidas al Imperio alemán mediante el tratado hispano-alemán de 1899, por el cual España venderá al Imperio alemán sus últimos archipiélagos —las Marianas (excepto Guam), las Palaos y las Carolinas— a cambio de 25 millones de marcos.
Fue el final del imperio español y el comienzo de la influencia de los Estados Unidos en el mundo como potencia económica, militar y cultural.
Así, la Guerra de Cuba, que tan buenos resultados económicos supuso para Hearst, tuvo su punto álgido en 1898, el mismo año de la publicación de 'La Guerra de los Mundos', escrita por H. G Wells, cuya adaptación a la radio lanzó al estrellato a Orson Wells, quién cimentó su éxito como director cinematográfico gracias a su película Citizen Kane, basada en la vida de Hearst.
Lo que nunca sabremos es si Hearst, arrastrado por su insaciable deseo de dinero y poder, provocando indirectamente el declive del imperio español, fue el responsable de que España disfrutase de una de las más prolíficas generaciones literarias de nuestra historia.
El mundo de la historia y de la literatura, sus personajes y sus hechos, son desde luego un pañuelo.
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