

Javier Sánchez Pablos
Lunes, 28 de marzo 2016, 21:36
Es una persona comprometida con aquello que hace. Ahora, vive en la ciudad trujillana y trabaja como monitor deportivo en la Mancomunidad Comarca de Trujillo, donde intenta transmitir sus conocimientos en las sesiones que imparte. Se organiza de tal forma que siempre saca el tiempo suficiente para sus entrenamientos. Se trata de Diego Paredes, triatleta y, desde hace un tiempo, especializado en las prueba de ironman, Consta de 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie. A pesar de la dureza y del esfuerzo, le ha reportado grandes éxitos, satisfacciones y amigos.
A pesar de su importante currículum deportivo, considera que no es profeta en su tierra. Asegura que, en la actualidad, puede ser un referente para distintas organizaciones. Sin embargo, en la región, falta promocionar y reconocer el trabajo realizado. Echa de menos llamadas de felicitación o contar con apoyo institucional. «Quizá, por mi carrera deportiva, lo podría merecer». Esta reivindicación ya se lo ha hecho saber a la directora general de Deportes, Conchi Bellorín.
Paredes, desde muy pequeño, ha estado ligado al mundo del deporte. En su población natal, Coria, ha practicado varias modalidades. Una de ellas era piragüismo. Eso le permitió ver en 1992, la prueba de nado del triatlón que organizaban en su población. Al año siguiente, junto a unos amigos, se propusieron hacerlo. A partir de ahí, no ha parado de nadar, montar en bicicleta y correr.
Ha participado en distintas pruebas por el territorio nacional. En 1994, consiguió correr su primer Campeonato de España de triatlón en Murcia y quedó segundo en la categoría juvenil. En 1997, corrió con la Selección Española el Mundial de Duatlón, que se celebraba en Guernica. En el 1998, obtuvo una beca para la residencia Joaquín Blume. Este tipo de ayudas trata de facilitar el entrenamiento de los deportistas de máximo nivel.
Carreras internacionales
El gran salto lo dio en 2013. Antes, tuvo que superar diferentes dificultades. Una de ellas fue una lesión grave. Recuerda que en 2009, se cayó de la bicicleta y se partió la rodilla. Tras recuperarse, hacía deporte pero «estaba casi fuera del triatlón». Sin embargo, un amigo, Guillermo Olcina, le convenció para correr el Ironman de Lanzarote de ese año 2013. Gracias a esta exigente prueba ha podido estar en diferentes partes del mundo. Una de ellas fue Hawaii. Hizo un meritorio puesto 53 de la general y segundo español, primero de los que no son profesionales. Destaca que esa carrera es 'la meca del triatlón' y referente en todo el mundo.
Quizá, una de sus mejores temporadas ha sido en 2015. En esta ocasión, un sueño se le hizo realidad. Fue ganar la Full Vitoria Triathlon, que tiene las mismas distancias que un ironman y en el que tiene un máximo de 2.100 plazas. Llegó invitado a la prueba por parte de la organización. Hizo 8h39, «mi mejor marca». Destaca la gran organización de esta carrera y el trato que reciben los corredores. También pone de manifiesto que este año será imagen de la prueba.
Paredes, el año pasado, también ganó dos pruebas de dos medias distancias de ironman. Una de ellas fue en Cantabria. Ya la había corrido antes, pero nunca había conseguido llegar el primero. También corrió la carrera de Cabo de Gata, donde repitió victoria.
Ahora está inmerso en los entrenamientos para intentar repetir éxitos en 2016. Todo ello lo compagina con su trabajo y con sus obligaciones familiares. Reconoce que su pareja, muy vinculada al deporte, le apoya y le entiende. Este hecho le hace llevar mejor esta afición. Uno de sus objetivos volverá a ser la prueba de Victoria. Como se celebra en verano, podrá prepararse la prueba de natación bien en la charca de la autovía, bien en la piscina municipal de Trujillo. Considera que si la charla de San Lázaro se preparase, podría ser un recurso turístico, de ocio y deportivo muy bueno.
También tiene previsto correr en Bilbao y Guernica, además de carreras portuguesas con un equipo del país vecino. «Son pruebas con bastantes encantos y las inscripciones son asequibles». Apunta que es un deporte caro. A pesar de ello, gracias a los éxitos obtenidos en los 20 años que lleva vinculados al triatlón, a la mayoría de las pruebas que asiste, le invitan.
Más allá de que sea un ejemplo, considera que es bueno que deportistas con cierto nivel y formados, como es su caso, acerquen a las nuevas generaciones su experiencia. «Es una labor que me gusta mucho porque puede aportar mucho a los chavales», añade.
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