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Antonio, en su salida del hospital HOY

Antonio Carrasco y su familia recuerdan el mal trago pasado por el coronavirus

Crisis sanitaria ·

Este trujillano agradece el trato recibido por el personal durante el tiempo que ha estado hospitalizado

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Miércoles, 22 de abril 2020, 07:28

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Fue uno de los primeros casos en Trujillo y uno de los primeros hospitalizados de la ciudad. También se conviertió en el primer paciente dado de alta por coronavirus en el reabierto hospital Virgen de la Montaña de Cáceres. El video de su salida con los aplausos de los sanitarios y sus saludos corrió como la pólvora en las redes sociales. Fue el 7 de abril. Ahora, Antonio Carrasco, a sus 85 años, está a punto de terminar los días de aislamiento en su casa por culpa de ese contagio.

Tras pasar ese 'mal sueño', quiere trasladar, a través de su hija Fabiola, el agradecimiento hacia los sanitarios por sus cuidados y tratos. «Se han portado genial en el hospital». Aunque no los reconocía porque iban tapados con los equipos de protección, asegura que todo el personal, sanitario o no, le ha atendido perfectamente.

Esta hija recuerda que la pesadilla comenzó el 21 de marzo, sábado. Antonio, un hombre jovial y abierto, comenzó con casi 38 de fiebre, náuseas e inapetencia. Ante estos síntomas, llamaron a Urgencias. Estos vecinos prefirieron no acudir directamente por si tenía coronavirus. A través del 112 y tras mucho insistir, consiguieron que le atendieran. Tras ver la saturación de oxígeno, le mandaron al hospital San Pedro de Alcántara, donde quedó ingresado por neumonía.

La familia se enteró de que era positivo por coronavirus a los dos días del ingreso. «Tuvimos mucho miedo, porque siempre se decía que la gente mayor era difícil que saliera», sostiene. Tras un breve paso por el San Pedro de Alcántara le trasladaron al Virgen de la Montaña.

Fabiola detalla que, según las explicaciones de su padre, este reabierto hospital tenía al principio poco personal y recursos. «Le tuvimos que mandar agua por una agencia de transporte», apunta a modo de anécdota. Poco a poco, se fueron resolviendo los problemas. Insiste una y otra vez que no fue la culpa de los sanitarios, ya que Antonio está muy satisfecho del trato recibido.

En esos primeros días, les llamaban todos los días para dar la información de la evolución. Después, «con la saturación de enfermos», esa información se espaciaba más en el tiempo. Este trujillano, por suerte, no necesitó entrar en la UCI. Fabiola, con pena, indica que los médicos le dijeron a su hermano que la recuperación dependía de su padre con el tratamiento que le habían puesto y el oxígeno. «Si se ponían peor no le iban a trasladar a ninguna parte», le comentaron. Por tanto, esta hija detalla que lo único que les quedaba era rezar. Reconoce que este proceso le ha costado muchas lágrimas.

Según pasaron los días, la situación fue poco a poco mejor, sobre todo, a partir de la segunda semana. Ya comenzó a levantarse de la cama y a asearse por sí solo. A pesar esos días hospitalizado, «no me dolía nada y creo que no he estado tan malo», comunica Antonio a través de su hija. Sin embargo, Fabiola, por la voz, le notaba que estaba «muy malito».

Ya, en casa, no ha querido que nadie se quede con él, para evitar contagios. Después de pasar ya varios días en su hogar aislado, «él se siente bien». Eso sí, sus familiares están muy pendiente. Su médico también le ha visitado varias veces para ver si evolución. Parece que esta pesadilla llega ya a su fin.

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