Futuros guías se acercan al cielo a través de enigmas y retos

La Mancomunidad Comarca de Trujillo, a través del grupo multidisciplinar 'Ataecina Reactiva' sigue trabajando en la innovación turística y, concretamente, en dar a conocer el valor que tiene el cielo en el territorio. Para ello, cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura, a través de la estrategia 'Extremadura, buenas noches'. Con esa idea, el centro iNovo acogió ayer una actividad novedosa, con la participación de futuros guías, como es el alumnado de Guía, Información y Asistencia Turística del IES Turgalium de Trujillo.

Se trató de la realización del juego 'escape room' Misión Casiopea, en el que los participantes tuvieron que superar diferentes pruebas y enigmas en un tiempo determinado. En esta ocasión, la actividad se adaptó a las circunstancias marcadas por la pandemia. Por tanto, no faltó la aplicación del gel hidroalcohólico y la utilización de la mascarilla. Eso sí, estos estudiantes no quisieron desaprovechar la oportunidad ofrecida a través de la entidad comarcal. «Salimos del aula, aprendemos, trabajamos e identificamos los recursos», señala la docente Carolina González.

Durante dos horas, este alumnado de 18 años a más de 60, divididos en grupos ,tuvieron que superar retos y seguir una serie de pistas, para que su nave, que cursaba el universo, no fuese a la deriva, explica la representante de la Mancomunidad, Mirian Marín. Para ello, utilizaron diferentes elementos. Al final lo que se pretendió es concienciar y mostrar la importancia de este recurso. Y es que uno de los objetivos que se persigue es convertir el territorio como destino para la observación del cielo nocturno.

Además de resaltar este potencial, la actividad ha perseguido otros objetivos, como el aprendizaje de nuevas competencias.

La evaluadora de esta Misión Casiopea es Macarena Muñoz. Recuerda que esa estrategia 'Extremadura Buenas Noches' está dentro de la estrategia Sociedad del Aprendizaje, que pretende, de algún modo, que la sociedad aprendan nuevas habilidades y competencias. Con esta filosofía, se utiliza una metodología lúdica, con el fin de que ese alumnado se pueda introducir en una nueva forma de aprender. De hecho, tras la actividad, estos participantes han ido viendo y dándose cuenta de una serie de habilidades que les puede servir en un futuro.

Mirian Marín reconoce que esta actividad se adaptó para este ciclo formativo, ya que, en un principio, estaba planteada para menores. No tiene dudas de que, además de ayudar a reconocer un recurso, les servirá para su asignatura de diseño de productos turísticos. En este sentido, Muñoz apunta que este tipo de alternativas se pueden adaptar a todas las edades. Uno de los principales condicionantes es que se genera emoción, aspecto fundamental para el aprendizaje.