
Las escuelas deportivas municipales llevaron a cabo su particular clausura ayer, con la participación de decenas de menores de diferentes edades. Tuvo lugar en el campo de fútbol de césped artificial de San Lázaro. Esta edición contó con hinchables de la Junta de Extremadura. Sin embargo, algunos no se pudieron montar por culpa del aire. No obstante, menores y familiares echaron de menos los hinchables y castillo de aguas de otras ediciones, lo que provocó las quejas de padres y madres. De hecho, muchos niños y niñas iban preparados para mojarse.
Lo que no faltó fue la tradicional lanzadera sobre una zona mojada, además de algunos juegos. Todo terminó con una merienda ofrecida por el Concejalía de Deportes.
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