El equipo de gobierno debe dar solución al iGastrolab y a su edificio
Proyectos ·
En este espacio también se llegó a plantear un mercado de abastoUno de los retos del equipo de gobierno es dar solución al edificio donde estaba proyectado el centro de formación e innovación para la gastronomía y la hostelería, llamado iGastrolab. Está junto al Centro de Alta Resolución, en la calle Emilio Martínez. «No está decidido, primero hay que aclarar su situación», explica el alcalde, José Antonio Redondo.
Con la idea de ejecutar esa iniciativa, en 2015, el Consistorio firmó un convenio con Liberbank, que suponía la llegada de una ayuda de 300.000 euros. Dos años después, este proyecto evolucionó, con la firma de un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima para convertir el iGastrolab en el primer centro culinario de Europa en impartir titulaciones oficiales de gastronomía del país andino. De hecho, para la presentación de esta iniciativa, estuvieron en la ciudad representantes peruanos. También surgieron otras iniciativas.
Las obras de la remodelación del edificio se iniciaron en septiembre de 2016. La empresa concesionaria empezó con el derribo de tabiques y vaciado interior. También se realizaron otras intervenciones. Sin embargo, al poco tiempo, se paralizaron hasta ahora. Ante la demora del proyecto, se han tenido que pedir diferentes prórrogas a Liberbank para no perder el dinero concedido.
Mercado de abasto
No ha sido el único proyecto planteado en este espacio, sin que, por unos u otros motivos, se haya llevado a cabo. Ya, en 2005, el Ayuntamiento dio los primeros pasos para la construcción de un mercado de abasto en lo que era en ese momento un solar. La construcción del inmueble, dividido en dos plantas, se llevó a cabo años después. Se planteó para unos 25 comerciantes, junto a un despacho, además de almacén, montacargas y una zona de acceso a furgonetas. La idea es que pequeños negocios estuviesen abiertos en este lugar de lunes a sábado, creando así una gran superficie. Al final no se terminó y el edificio no se ha llegado a utilizar.
El alcalde reconoce que ahora, diez años después de ese proyecto, es difícil retomarlo, porque el pequeño comercio ha ido cambiando. No obstante, no duda de que se puede hacer algo en ese edificio pero «antes hay que solventar el problema del iGastrolab», añade.
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