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Miguel Pino y Joaquín Paredes
Reflexiones desde la ventana

¡Qué difícil despedida!

«Conversar contigo era la certeza de allanar el camino en la situación más dura y crecer como persona»

Miguel pino hoyas

Miércoles, 20 de enero 2021, 07:53

Nunca se me ha dado bien escribir y menos sentimientos. Pero tú lograste que comenzara a hacerlos sentir, recodándome sobre nuestro libro, ese libro de nuestras vidas, en el que nos podía faltar una hoja e incluso algunas podrían estar arrugadas, pero siempre me decías que pusiéramos unas pastas fuertes para mantener un interior sano y que guardáramos las hojas que valían la pena y nunca nos desprendiéramos de ellas.

Ahora estoy aquí sentado intentado mantener mis ojos con el corazón, pensando incrédulo, recordando…contigo, desde siempre, he notado que el tiempo no ha importado, que nunca ha existido. Tenías - para qué vamos a engañarnos- el poder de hacerme olvidar todo lo malo y sé que voy a echar de menos eso, voy a echar de menos tu lucha, tu honestidad, tu mano tendida siempre para todo.

Y ahora, en estos momentos quiero escribir para ti y no sé si esto que te estoy diciendo es como un grito al vacío que espero que oigas o si es más bien un último adiós para recordarte lo importante que eres.

Con lágrimas en mi corazón, quiero despedirte de la mejor forma que hoy podemos hacerlo y es escribiéndote algo, recordando todos tus consejos, así podré inmortalizar tu recuerdo y esos momentos que juntos compartimos todos estos últimos años y que tanto me han hecho aprender. Hoy tu niña está rota de dolor, sus pinceles lloran tu pérdida, casi seguro como todos/as que tuvieron el placer de tenerte como profe!

¡Uf, Kin, qué difícil despedida!

Tu amistad siempre la guardaré como una de mis más valiosas joyas.

Así que cierro mis ojos y te veo a través de las pantallas de mi móvil, conversaciones hasta agotar las baterías y la cantidad de risas, porque nuestras conversaciones nunca tenían un final y eso nos encantaba. Conversar contigo era la certeza de allanar el camino en la situación más dura y crecer como persona.

¡Hoy es un día muy muy difícil, tu Trujillo te llora! Ojala hayamos aprendido mucho de ti

Intentaré recordar lo mejor…. hacerlo porque sé que así lo habrías querido.

Te imagino con tus gafas y tu mirada cercana, en el mundo que siempre quisiste construir, un lugar colorido y mágico, repleto de árboles muy grandes que en vez de frutas cuelgan caramelos. En el lugar en el que estás ahora no necesitas piernas porque tienes unas alas muy grandes, tan grandes como el corazón que tuviste en vida.

Amigo del alma, te deseo un buen viaje, pues vas muy bien acompañado y algún día nos volveremos a ver para seguir hablando, cuídanos desde allá arriba.

Dedicado a Kin Paredes.

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