Pastori Barquilla
Lunes, 14 de septiembre 2020, 09:18
Estos días me siento como de otro planeta, como si mi mundo, mi vida y toda yo, hubiéramos desaparecido por uno de esos agujeros negros y hubiéramos aparecido en otro mundo. Para empezar diré que SOY DE BELÉN. Lo digo bien alto porque me siento muy muy orgullosa de ser BELEREÑA. Por desgracia, hace unos días tuvimos la mala suerte de que el bichito se instalará aquí, digo se instalará porque es lo que parece. Cuando empezaron a salir los primeros contagios, nos asustamos un poco, pues durante todo el confinamiento no habíamos tenido ni uno solo. Cuando esto empezó a ir a más, sentimos mucho miedo, pero era de esperar. Se abrieron las puertas y la gente salió corriendo. Fue como un pastel a la puerta de un colegio y no medimos las consecuencias que esto iba a traer.
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No sabemos quién lo trajo, el asunto es que aquí está, pero si tenerlo es malo peor es aguantar los comentarios, las malas caras y el desaire de algunos que se apartan. Nunca pensé que iba a vivir esta pesadilla, porque es una pesadilla de esas de miedo.
Y como no… ¿Qué decir de los bulos?, ¡Qué pena de gente! Van de un lugar a otro diciendo que fulanito, menganito y el de más allá lo tiene. Le importa poco si es verdad o mentira, si está haciendo daño o no, él lo lanza y siempre hay quien lo recoja. Lo malo y triste es que el que lo recoge lo aumenta y lo cuenta a su manera y esto es una cadena.
Estoy muy triste y súper cabreada. Yo que siempre he querido e intentado ser amable y condescendiente con toda la gente. Sin embargo, hoy me siento desilusionada del género humano, lo de humano por decir algo, ¿Cómo se puede ser tan malo? Y no me digáis que no es maldad y que es miedo, porque no me lo creo. Yo solo pido que a esos que tantos reparos tienen con mi gente, que no les toque, que ojalá no se vean en nuestra situación y que sigan siendo felices. Pero eso sí, que a los míos y a mí que nos olviden y se dediquen a vivir su vida, que tiene que ser muy pobre y sin muchos alicientes, cuando la tienen que nutrir de la de los demás.
Pido a Nuestra Señora la Virgen de Belén que nos proteja a todos, que los que han dado positivo den pronto en negativo y que, entre tanta tormenta, salga pronto el sol. Sé que lo hará porque Ella siempre vela por todos nosotros. Quiero y deseo que pronto todos volvamos a nuestra rutina y esta pesadilla termine y el despertar sea maravilloso.
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