Los constructores aprenden a mejorar 'la casa' del primilla

Versados constructores aprendieron nuevas técnicas y se llevaron consejos para aplicarlos en su día a día. Este aprendizaje debe facilitar que, en las obras que lleven a cabo, nidifiquen los cernícalos primillas, aves estrella en poblaciones como la de Trujillo, y que están en peligro de extinción.

Se trató del taller dirigido a empresas de construcción impartido en la ciudad trujillana y englobado en el proyecto 'Gestión de Zepa urbanas en Extremadura', más conocido como 'Life-Zepaurban', liderado por la Junta. Su fin es desarrollar un modelo de gestión para la conservación del cernícalo primilla dentro del núcleos urbanos. Durante esta jornada, además de mostrar esas técnicas, los constructores también aprovecharon para hablar de la concesión de licencias para la puesta en marcha de sus actuaciones.

El director de este proyecto, Anastasio Fernández, se mostró satisfecho del taller, por la participación de 23 empresas llegadas de diferentes zonas. Explica que se han mostrado las medidas que hay que aplicar en las obras para favorecer al primilla. Recuerda que, normalmente, los constructores se encuentran con informes en donde se detallan las medidas que tienen que llevar a cabo, como la colocación de nidales o tapar mechinales con unas medidas específicas. Con el taller, lo que se ha hecho es explicar de un modo práctico esas medidas. Fernández reconoce que, con este tipo de prácticas, surgen soluciones entre todos los participantes. «Ellos son los que hacen la obra y les pueden surgir más ideas», sostiene.

Los conceptos principales han estado centrados en la colocación de nidales bajo cubierta, así como en la forma de tapar los mechinales con una tapa cerámica con unas medidas determinadas para que solo entren los primilla y no otras aves. También se ha mostrado la colocación de nidales exteriores, «que son los más simples pero también tienen su técnica», explica este responsable. Para esta labor se aportó todo tipo de herramientas, desde tejas, hasta paletas y mechinales. No faltaron réplicas de cernícalos.

Recuerda que las medidas correctoras relacionadas con este animal son dos. Una de ellas es respetar la fecha de reproducción del primilla, que suele ser del 15 de febrero al 15 de julio. En esa época se intenta que no haya trabajos en cubierta o que puedan molestar a la especie. La otra medida engloba esos trabajos para dejar espacios para que puedan anidar.

Una de las entidades que está participando en este proyecto es la organización sin ánimo de lucro 'Defensa y Estudio del Medio Ambiente' (DEMA). Lleva 30 años trabajando en la conservación y recuperación de esta especie. Para ello, cuenta con diferentes proyectos. Uno de sus líderes es Pepe Antolín, que estuvo con los constructores, informando y dando consejos. Insiste en que los primillas están al borde de la extinción. Por tanto, «hay que plantear unas pautas de trabajo al gremio de la construcción para que las lleven a cabo con suficiente respeto y rigor para la especie», sostiene este experto con una amplia experiencia en estas cuestiones.

Antolín se muestra satisfecho por la acogida y la participación de los constructores asistentes. Considera que este tipo de talleres suelen tener una buena respuesta. «Se dan medidas de respeto al cernícalo y los constructores se actualizan». Cree que son cuatro pautas que ayudan a que esta especie no tenga problemas en las poblaciones extremeñas.

Sobre el proyecto, este experto destaca la peculiaridad de que aúna a diferentes sectores de la sociedad, como empresas, administraciones y oenegés. «Es magnífico que diferentes sectores trabajen en beneficio del cernícalo primilla», añade.

También hubo buenas opiniones de distintos participantes. «Me parece interesante el saber cómo se debe hacer», sostiene José Alvarado, constructor de la ciudad trujillana.

Otro compañero, Jesús Barquilla, sostuvo que ha venido bien. No obstante, matiza que estas medidas «son un coste más para las personas que tengan que intervenir en las zonas ZEPAS». Alberto Montero, procedente de Mérida, reconoce que le ha gustado el taller. «Son cosas que no trabajamos habitualmente y el saber cómo hacerlo bien para que no genere problema a esta especie siempre es interesante», especifica al final del taller.

Más allá de esta iniciativa, surge la queja por parte de algunos participantes trujillanos del paro necesario que deben hacer con trabajos en determinados tejados en la época de paridera del cernícalo, del 15 de febrero al 15 de julio. «Es una lacra para la construcción y para los clientes», señala Alvarado. Asimismo, se reivindica la celeridad de los permisos por parte de la Junta de Extremadura para poder llevar a cabo determinadas obras.

Anastasio Fernández reitera una vez más en Trujillo que es importante planificar las obras con tiempo para evitar problemas. Asimismo, ante la demanda de los permisos, indica que desde la Junta se intenta responder lo antes posible y, «si es urgente, mucho antes». Recuerda que los técnicos regionales están para ayudar y no para otra cosa. Cree que en Trujillo, donde se tiene un amplio conocimiento de la situación, se han agilizado los procedimientos.