Jesús Ruiz, con la mqueta entregada del castillo, adaptada a la pe JSP

La ciudad cuenta ya con la réplica del castillo para personas ciegas

Nueva apuesta ·

Se trata de una maqueta realizada por alumnos del instituto Mario Roso de Luna de Logrosán y que fue donada ayer al Ayuntamiento

Sábado, 6 de julio 2019, 01:47

La alcazaba trujillana ya no solo se podrá ver, sino también tocar e, incluso, recorrerla con los dedos en unos minutos. Es la apuesta hecha por el Instituto de Educación Secundaria Mario Roso de Luna de Logrosán, con la elaboración de una maqueta del castillo adapta para personas ciegas. Se trata de un trabajo realizado por alumnos del centro logrosano, en la asignatura de Tecnología dirigida por su profesor, Jesús Ruiz Moreno.

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Aunque hacía tiempo que fue ofrecida para donarla al Ayuntamiento, ayer por fin fue entregada junto a otra maqueta de una torre de asalto. «Ahora se ha dado la oportunidad para esa donación», explica el docente, natural de Trujillo. De hecho, tras conversaciones con Turismo, fue depositada por el mismo profesor en el museo de interpretación Torre del Alfiler. A partir de ahora, el personal municipal buscará su mejor ubicación para que estos trabajos luzcan.

Ruiz recuerda que, en su asignatura, el alumnado debe aprender a hacer mediciones, a utilizar las herramientas, como sierra de marquetería o la lima, así como a realizar diferentes cálculos para hacer elementos promocionados. Como una de sus pasiones es su ciudad natal, se decidió hacer esa maqueta de la alcazaba trujillana. Al contar con una alumna invidente en clase, surgió la idea de que ese trabajo también estuviese adaptado para personas con discapacidad visual.

De madera

La propuesta estaba clara. Cualquier persona debía hacerse una idea de cómo es la fortaleza recorriéndola con los dedos. Dicho y hecho. Además, se han cuidado todos los detalles. El elemento principal utilizado ha sido la madera, con una superficie adecuada y muy limada para que no pueda dañar a su paso con las manos. Tampoco se han utilizado ningún tipo de punta. Las uniones se han hecho con cola. Junto a la estructura, se ha añadido un texto en braille con números para identificar las partes del castillo.

La torre de aviso, en el docente del centro trujillano JSP

Jesús Ruiz se muestra conforme con el trabajo realizado. Fuentes municipales también han resaltado tanto este trabajo, como su apuesta por intentar dar cobertura a invidentes, con el fin de que disfruten de la riqueza cultural de la ciudad.

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El otro trabajo donado es una llamativa torre de asalto, con elementos del paso elevadizo para acceder a una muralla. También se realizó hace unos años. El docente resalta el esfuerzo realizado por los alumnos para ejecutar este proyecto. Recuerdan que en las clases no daba tiempo de llevar a cabo la propuesta. Por tanto, dedicaron tiempo de sus recreos. «Salió una cosa magnífica». Matiza que no está adaptada para invidentes.

Está construida por multitud varillas de sección cuadrada de un centímetro cuadrado y se han redondeando los cantos uno por uno para hacer la torre. Tiene 1 metro de alto por 55 centímetros de ancho. «Ha habido que pegar cada palo uno por uno», insiste el docente.

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Placas y carteles

Una vez que estos elementos estén situados en un lugar definitivo dentro de la torre del Alfiler, Ruiz espera que se coloquen unas placas identificativas donde se destaque que esos trabajos fueron realizados por alumnos del instituto Mario Roso de Luna. Matiza que también está pendiente la entrega de dos carteles explicativos. Uno está relacionado con la conquista de Trujillo y otro con elementos constructivos, como adarves y torres adosadas, entre otros elementos.

El instituto logrosano ya donó en 2009 otra maqueta de la alcazaba, que también fue elaborada por los alumnos, bajo la dirección de Jesús Ruiz. Está situada en la entrada del patio de armas.

Proceso

Este profesor explica que no todos los cursos puede llevar a cabo trabajos llamativos, debido a que el tiempo es escaso. Sin embargo, en ocasiones, hay grupos de alumnos que deciden dedicar su tiempo libre a este tipo de proyectos, más allá de la materia que se puede dar en clase. Resalta que son trabajos voluntarios. No obstante, siempre surgen algunas iniciativas. Una de las últimas ha sido la maqueta de la ermita de la Virgen del Consuelo de Logrosán. Resalta que en su asignatura, el objetivo no es hacer maquetas, sino aplicar los conocimientos adquiridos.

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De cara a un futuro, a Jesús Ruiz no le importaría seguir haciendo propuestas constructivas históricas vinculadas con la ciudad trujillana, siempre que sean bien acogidas y tengan un sitio idóneo para exponerlas. «Mientras que tengan esa acogida, siempre habrá una buena colaboración», señala.

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