

El calor de la mañana acompañó a que cientos de vecinos disfrutaran ayer de uno de los días grandes de las fiestas patronales. Aunque ya hubo actos a primera hora, no fue hasta mediodía cuando numeroso público se echó a la calle, coincidiendo con la salida de los gigantes y cabezudos desde el consistorio.
Tras recorrer diferentes calles de la ciudad, esta peculiar comitiva, junto a numerosos menores y sus familiares, llegó a la plaza Mayor pasada las dos de la tarde. A partir de ahí, familiares, con sus pequeños, aprovecharon para fotografiarse con los 'gigantes'. Como en otras ocasiones, la charanga La Crisi puso la animación musical. Después, la jornada festiva continuó en bares y cafeterías. Ya, por la tarde, hizo la aparición la lluvia.
De forma paralela a esta actividad, la hermandad Virgen de la Victoria vivió uno de sus días más ajetreados de estas fiestas, con diferentes propuestas. Una de ellas fue el besapiés a la Virgen, que se situó en la parte de abajo de la iglesia, para estar más cerca de la ciudadanía. Desde las 9.00 horas y hasta las 20.00 horas, pasaron delante de la Patrona decenas de personas, grandes y pequeñas. El tiempo también respetó la puja de objetos donados a la Virgen, que se celebró en los aledaños del Palacio de los Duques de San Carlos. Asimismo, estaba programado el canto himno Salve, pasada las diez de la noche. No obstante, se tuvo que retrasar por culpa de la lluvia. A pesar de ello, se celebró.
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