El castillo se convierte en una gran sala de cine con una gran aceptación

El castillo se convirtió anoche en una gran sala de cine, con una gran aceptación de público. Prueba de ello es que las 300 sillas que se pusieron para el público, cedidas por la Comisión de Fiestas de Huertas de Ánimas, se llenaron. A partir de ahí, hubo decenas de personas que se repartieron por distintos puntos del patio de armas de la alcazaba trujillana, bien sentadas en el suelo, bien en escaleras bien en sus propias sillas, para poder ver la película.

En esta ocasión, el filme elegido fue 'Campeonex', de Javier Fesser. Se proyectó en grandes dimensiones en uno de las murallas del castillo. Este hecho permitió que se pudiera ver bien desde distintas zonas. La entrada fue gratuita.

Tras esta buena aceptación, asistentes esperan que esta iniciativa de cine de verano se pueda repetir en más ocasiones.

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