El castillo acoge una atípica ofrenda floral con una buena aceptación de personas

Las medidas se cumplieron escrupulosamente. «Ha estado muy bien organizado», señalaba una vecinal al finalizar el acto. Todos los asistentes llevaron mascarillas. Al entrar, había gel hidroalcoholico para que las personas lo pudiesen utilizar. Además, las sillas se dispusieron por todo el terreno respetando las medidas se seguridad. Así se desarrolló una atípica ofrenda floral a la Virgen de la Victoria, que tuvo lugar este sábado, en patio de armas del castillo. Oficiada por el sacerdote José Manuel García, contó con una buena aceptación de público.

Una vez más, la Patrona salió de su capilla para situarse en lo más alto de este patio de armas y así presidir el acto. En este lugar, una vez más, también se colocó el altar. El acompañamiento musical estuvo dirigido por el organista Luis Maldonado.

Dirigentes de la Hermandad Virgen de la Victoria ya detallaron unas normas básicas a la entrada del recinto para evitar cualquier problema. Según se fue accedieron, los vecinos y vecinas fueron ocupando las sillas dispuesta para la ocasión. También había una zona reservadas para autoridades. De hecho, estuvieron presentantes concejales del Partido Socialista, así como del Partido Popular. Además, como ya es tradicional, participaron en este acto con la ofrenda de flores a la Virgen representantes de diversas organizaciones religiosas del municipio. No faltó tampoco la ofrenda de vecinos particulares que fue llevada al altar provisional por pequeños.

La siguiente vez que la Patrona salga de su capilla será con motivo de las fiestas patronales, siempre que la crisis sanitaria lo permita.