

La alcaldesa Inés Rubio ya ha manifestado en distintas ocasiones la necesidad de contar con un Plan General Municipal (PGM) para la ciudad trujillana. Considera que las actuales normas subsidiarias de planeamiento urbanístico están obsoletas ante la nueva legislación vigente. Las últimas veces que lo ha puesto de manifiesto ha sido con la modificación planteada en los últimos plenos para pasar la iglesia de Santo Domingo de suelo no urbanizable especial protegido ecológico y paisajístico a suelo urbano no consolidado.
La mandataria trujillana recuerda que, «a partir del 27 de julio de 2025, todo aquello que no esté modificado en Trujillo, no va a poder ser objeto de modificación puntual» a través de esas normas subsidiarias. Por ello, reitera que el municipio está obligado a tener un PGM, sobre todo, por una cuestión de ordenación, de seguridad y para no ralentizar los procedimientos, afirmó al respecto.
Ante esta situación, el equipo de Gobierno ya ha iniciado los trámites para contar con ese documento. El objetivo ahora es que el Ayuntamiento se pueda acoger a una ayuda para la redacción de ese nuevo PGM.
Rubio recuerda que la Consejería de Infraestructura, Transporte y Vivienda publicó una convocatoria en junio para solicitar las subvenciones para la redacción de estas herramientas para los municipios de la región.
Ante esta posibilidad, señala que los servicios técnicos municipales han procedido a redactar esta semana «la memoria indicativa de situación del planeamiento de rango general del municipio, documento necesario para acompañar a la solicitud de la subvención, que se realizará en pocos días».
No obstante, la alcaldesa recuerda que los trámites y las conversaciones para la tramitación de este documento ya comenzaron en noviembre de 2023, con una reunión mantenida con el director general de Urbanismo y el Jefe de Sección de Planeamiento. En ese encuentro, se puso en conocimiento la intención de comenzar la redacción de ese PGM para Trujillo. «En esa reunión, se nos informó que no se podía retomar el plan general que quedó en suspenso en junio de 2019 y del cual desistió el anterior equipo de Gobierno en diciembre de 2021», sostiene.
Este hecho se debe a que, con la entrada de la Ley de Ordenación Territorial y Urbanística Sostenible de la Comunidad Autónoma de Extremadura terminó el plazo en junio de 2023 para poder haber finalizado el primer plan general redactado.
Ante esta situación, insiste en que hay que comenzar desde el principio los trámites y a redactar ese nuevo documento, que considera «fundamental para el desarrollo urbanístico y crecimiento ordenado, acorde a los nuevos tiempos del municipio».
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